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Umbral político de los veteranos

La Estrella, 11 noviembre de 2022

      Por Teniente Coronel (V.F.P.) Ramiro Saldaña Amézquita

      En el albur de la contienda política que se avecina, los Veteranos de la Fuerza Pública estamos participando con mucho entusiasmo. (Así lo hemos hecho en pasadas elecciones sin resultados halagüeños). Es bueno, no despistarnos en la ruta confundidos por caminos ajenos.
     Me dice mi hijo. Usted padre, que habla tanto de Patria, porqué se centra en los Veteranos de la Fuerza Pública, como si fueran los únicos con derecho a vivir bien. Por supuesto que el planteamiento familiar es interesante y lo discutimos al interior, en detalle.

        Su planteamiento lo entendí y lo encontré válido y concluimos (para no ahondar más), que sobre el interés personal prima el gremial y sobre ambos, el nacional, que al final reluce en lo personal y gremial.
     Al margen del pensamiento de este escrito, pero íntimamente ligado a él, dos acotaciones. Primera: Nuestra Constitución del 91, no fue Social si no gremial, cada sector obtuvo su prebenda, (negritudes, indígenas, religiones, población llamada de minorías, etc..), los Veteranos no tuvimos participación en su redacción.
      Segunda: Tiene que ver con los farragosos y aviesos artículos del acuerdo Habanero y sus nocivos resultados para Colombia.
Si conjuntamente, los partidos políticos se abrogaron el Derecho de negociar el resultado del “NO”, y desconocer la decisión del Constituyente Primario en el Plebiscito del 2 de octubre de 2016, es porque así lo han hecho durante mucho tiempo, repartiéndose el poder (Frente nacional por ejemplo), ante una sociedad resignada y abatida por la necesidad de subsistir. Aquel inmoral “comportamiento” de lesa patria, para nada extraña en este país. En intereses partidistas, la Democracia es lo de menos. Es la dictadura de los partidos políticos cuando llegan al gobierno, a la que nos hemos acostumbrado, porque la política de Colombia no ha diseñado un Plan Nacional de gobierno a largo plazo.
      Más allá. Los Estados llamados progresistas, han superado con creces la oprobiosa alienación ideológica de izquierda y derecha, mientras nosotros y especialmente los electores (los elegidos se lucran), aún permanecemos en este dislate intelectual y miserable ideológico de extremas, aprovechado por pseudo políticos y académicos para camuflar lo que interese esconder, como por ejemplo, delitos atroces, amparados en estas vertientes ideológicas, que confunden, Paz con Impunidad y otras aberrantes y absurdas teorías contrapuestas a la hermenéutica jurídica y a los principios éticos, como por ejemplo, cuando sin ningún escrúpulo fusionaron los delitos penales de rebelión con el de narcotráfico.
      En un sesudo estudio y análisis adelantado por FUNDELT, y luego debatido en sus diarias y abiertas conferencias virtuales, se ha podido colegir que se aproxima una Constituyente y por supuesto la pretensión que de ella se busca, es adaptarla a los intereses del presente gobierno.
      Como se plantea en los encuentros de FUNDELT; debemos prepararnos desde ya en la liza que se avecina, presentar y hacer valer nuestras propuestas en caso de que este cambio normativo superior se lleve a cabo. Tarea en especial para nuestros Constitucionalistas.
       No olvidemos el concepto de militancia política (en particular, un partido nuestro con visión de país), que implique, (según la academia de la Fundación): identidad, ideología, organización y estrategia, para tener entre otras, la Cultura Política.

       Un camino seguro es (parece verdad de Perogrullo), prepararnos antes de aventurarnos a ocupar un cargo de elección popular. Contrario a lo que ha ocurrido en nuestro país.

rsaldanaa@hotmail.com

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