Nuestro propósito superior: Unidos para ser más fuertes.
Artículos científicosPublicaciones

La educación durante y después de la pandemia, según la ONU

Superando retos de la educación en plena pandemia del Covid 19

La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha provocado la mayor interrupción de la historia en los sistemas educativos, que ha afectado a casi 1.600 millones de alumnos en más de 190 países en todos los continentes.

Los cierres de escuelas y otros centros de enseñanza han afectado al 94 % de los estudiantes de todo el mundo, una cifra que asciende al 99 % en países de ingreso bajo y mediano bajo.

La crisis está agravando las disparidades educativas preexistentes al reducir las oportunidades que tienen muchos de los niños, los jóvenes y los adultos más vulnerables (los habitantes de zonas pobres o rurales, las niñas, los refugiados, las personas con discapacidad y los desplazados forzosos) para continuar con su aprendizaje.

Las pérdidas en materia de aprendizaje también amenazan con extenderse más allá de la generación actual y echar por tierra los progresos realizados en los últimos decenios, en particular en apoyo del acceso de las niñas y las mujeres jóvenes a la educación y de su mantenimiento en el sistema educativo.

Alrededor de 23,8 millones de niños y jóvenes (del nivel preescolar al postsecundario) adicionales podrían abandonar la escuela o no tener acceso a ella el año que viene a consecuencia solo de las repercusiones económicas de la pandemia.

De un modo similar, la interrupción de la educación ha tenido y seguirá teniendo efectos considerables en otros ámbitos además del educativo. Los cierres de instituciones educativas dificultan la prestación de servicios esenciales a niños y comunidades, como el acceso a alimentos nutritivos, afectan a la capacidad de trabajar de muchos padres y aumentan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas.

A medida que crece la presión fiscal y la asistencia para el desarrollo se ve sometida a tensiones, la financiación de la educación podría enfrentarse también a importantes problemas, lo que aumentaría los ingentes déficits de financiación en materia de educación existentes antes de la COVID-19. Para los países de ingreso bajo y mediano bajo, por ejemplo, ese déficit ha alcanzado la impactante suma de 148.000 millones de dólares estadounidenses anuales, una suma que podría incrementarse ahora en hasta un tercio.

Por otra parte, la crisis ha estimulado la innovación en el sector educativo. Se han aplicado enfoques innovadores en apoyo de la continuidad de la educación y la formación, recurriendo a la radio y la televisión y a materiales para llevar. Se han desarrollado soluciones educativas a distancia gracias a las rápidas respuestas de Gobiernos y asociados en todo el mundo en apoyo de la continuidad de la educación, como la Coalición Mundial para la Educación reunida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). También se nos ha recordado la función esencial que desempeñan

  1. Informe de políticas: la educación durante la covid-19 y después de ella

Los docentes y que los gobiernos y otros asociados clave tienen un deber de diligencia permanente con el personal educativo.

Pero esos cambios también han puesto de manifiesto que el prometedor futuro del aprendizaje y los cambios acelerados en las formas de impartir una educación de calidad deben ser indisociables del imperativo de no dejar a nadie atrás. Es cierto para los niños y los jóvenes que carecen de un entorno propicio o de recursos para acceder al aprendizaje.

Es cierto para los profesionales educativos, que necesitan apoyo y mejor formación sobre nuevos métodos educativos. Por último, es cierto para la comunidad educativa en general, que incluye a las comunidades locales de las que depende la continuidad de la educación en tiempos de crisis y que son esenciales a fin de reconstruir para mejor.

La crisis provocada por la COVID-19 y la interrupción sin precedentes de la educación está lejos de haber terminado. Hasta 100 países tienen que anunciar aún una fecha de reapertura de las escuelas, y en todo el mundo Gobiernos, sindicatos, padres y niños están en la incertidumbre sobre la fecha y el modo en que se debe abordar la siguiente fase.

Los países han empezado a planificar la reapertura de escuelas a nivel nacional, ya sea por niveles y dando prioridad a los cursos que se examinan al final del año académico o mediante aperturas localizadas en regiones con menos casos del virus.

Sin embargo, debido a la continua virulencia del virus, la mayoría de los países encuestados en mayo y junio de 2020 aún tienen que decidir una fecha de reapertura. Esas decisiones tienen unas enormes implicaciones sociales y económicas y tendrán efectos duraderos en los docentes, los niños y los jóvenes, sus padres (especialmente las mujeres, de hecho, en las sociedades en su conjunto.

  1. Recomendaciones

A fin de prevenir que la crisis en materia de aprendizaje se convierta en una catástrofe generacional es necesario que todas las partes adopten medidas urgentes.

La educación no solo es un derecho humano fundamental, sino que es un derecho habilitante con repercusiones directas en el ejercicio de todos los demás derechos humanos. Es un bien común global y un impulsor destacado para avanzar en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en su condición de piedra angular de sociedades pacíficas justas, igualitarias e inclusivas. Cuando se derrumban los sistemas educativos no se pueden mantener sociedades prósperas y productivas ni la paz.

A fin de mitigar las consecuencias potencialmente devastadoras de la pandemia de COVID-19, se alienta a los Gobiernos y las partes interesadas a llevar a la práctica las siguientes respuestas en materia de políticas:

  1. Reducir la transmisión del virus y planificar minuciosamente la reapertura de las escuelas:

La medida única más eficaz que pueden adoptar los países para acelerar la reapertura de escuelas e instituciones educativas es reducir la transmisión del virus para controlar los brotes nacionales o locales.

Una vez hecho, para abordar el complejo problema de la reapertura es importante guiarse por los parámetros siguientes: garantizar la seguridad de todos; planificar una reapertura inclusiva; escuchar las opiniones de todas las partes implicadas; y coordinarse con agentes clave, incluida la comunidad sanitaria. Para el efecto, las Naciones Unidas y otros asociados del ámbito educativo ofrecen orientaciones.

  1. Informe de políticas: la educación durante la covid-19 y después de ella proteger la financiación de la educación y coordinarse para lograr resultados:

La pandemia ha empujado al mundo a la mayor recesión global que se recuerda, lo que tendrá efectos duraderos en las economías y las finanzas públicas.

Las autoridades nacionales y la comunidad internacional deben proteger la financiación de la educación a través de las siguientes acciones: fortalecer la movilización de recursos internos, preservar la proporción del gasto destinado a la educación como prioridad fundamental y abordar las ineficiencias en el gasto en educación; reforzar la cooperación internacional para dar respuesta a la crisis de deuda; y proteger la asistencia oficial para el desarrollo destinada a la educación.

  1. Crear sistemas resilientes de educación para lograr un desarrollo equitativo y sostenible:

El fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas educativos permite a los países responder a los desafíos inmediatos que plantea una reapertura segura de las escuelas y los prepara para afrontar mejor futuras crisis.

A este respecto, los gobiernos podrían considerar las siguientes acciones: hacer hincapié en la equidad y la inclusión; reforzar las capacidades para gestionar el riesgo en todos los niveles del sistema; asegurar una coordinación y un liderazgo robustos; e impulsar mecanismos de consulta y comunicación.

  1. Repensar la educación y acelerar el cambio en la enseñanza y el aprendizaje:

Los ingentes esfuerzos realizados en poco tiempo para responder a los impactos en los sistemas educativos nos recuerdan que el cambio es posible.

Es necesario aprovechar la oportunidad para encontrar nuevas formas de afrontar la crisis en materia de aprendizaje y aportar un conjunto de soluciones que antes se consideraban difíciles o imposibles de poner en práctica.

Las siguientes acciones pueden ser puntos de partida a la vanguardia de nuestros esfuerzos: centrarse en responder a las pérdidas en materia de aprendizaje y prevenir el abandono escolar, en particular en el caso de grupos marginados; proporcionar competencias para programas de empleabilidad; apoyar a la profesión docente y la preparación del profesorado; ampliar la definición del derecho a la educación para incluir la conectividad; eliminar obstáculos a la conectividad; reforzar los datos y el seguimiento del aprendizaje; y fortalecer la articulación y la flexibilidad entre niveles y tipos de educación y formación.

FundaciónExcelencia, Liderazgo y Transformación

Este sitio web utiliza cookies. Puede ver aquí la política de cookies.    Más información
Privacidad