Adam Smith, el padre de la economía

Adam Smith fue un economista, filósofo, científico, político y profesor escocés, fundador de la economía política y del liberalismo económico. Estudió primaria en una escuela de Kirkcaldy y en 1737 abandonó el pueblo para estudiar en las universidades de Glasgow y Oxford (1740).

Adam Smith volvió a Gran Bretaña en 1766, viviendo en Kilcardy durante los próximos diez años, donde revisó y terminó su obra “La riqueza de las naciones”, un estudio de la creación de la riqueza.

El éxito inmediato de este libro se debió a la brillante sistematización del pensamiento económico que realizó Adam Smith alrededor del concepto central de los mercados, y en la justificación intelectual que proporcionaba a los nuevos industriales que estaban interesados en librar a Gran Bretaña de los controles mercantilistas.

Estas son algunas de sus brillantes reflexiones:

1. El lenguaje es el gran instrumento de la ambición humana.

*****

2. Un padre se ocupa más de diez hijos que diez hijos de un padre.

*****

3. En realidad, la atracción o el afecto no son más que simpatía de la costumbre.

*****

4. La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.

*****

5. Ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz si en ella la mayor parte de los miembros es pobre y desdichado.

*****

6. El robot va a perder. No por mucho. Pero cuando se anote el resultado final, la carne y la sangre derrotarán al monstruo maldito.

*****

7. No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés.

*****

8. El verdadero precio de todo, lo que todo realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirlo, es el esfuerzo y la complicación de adquirirlo.

*****

9. La primera obligación del soberano, que es la de proteger la sociedad contra la violencia y de la invasión de otras sociedades independientes, no puede realizarse por otro medio que el de la fuerza militar.

*****

10. Los comerciantes del mismo rubro rara vez se reúnen, incluso para entretenimiento y diversión, pero la conversación termina en una conspiración contra el público, o en alguna estratagema para aumentar los precios.

*****

11. La gran multiplicación de la producción de todos los diversos oficios, derivada de la división del trabajo, da lugar, en una sociedad bien gobernada, a esa riqueza universal que se extiende hasta las clases más bajas del pueblo.

*****

12. Cada individuo se esfuerza siempre para encontrar la inversión más provechosa para el capital que tenga. Al perseguir su propio interés frecuentemente fomenta el de la sociedad mucho más que si en realidad tratase de fomentarlo.

*****

13. Con la mayoría de la gente rica, el placer de los ricos consiste en el desfile de la riqueza, el cual a sus ojos nunca es tan completo como cuando demuestran poseer esas marcas decisivas de la opulencia que nadie puede poseer salvo ellos.

*****

14. (…) Una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos. El que sea así no es necesariamente malo para la sociedad. Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentara fomentarlo

*****

15. El trabajo anual de cada nación es el fondo del que se deriva todo el suministro de cosas necesarias y convenientes para la vida que la nación consume anualmente, y que consisten siempre en el producto inmediato de ese trabajo, o en lo que se compra con dicho producto a otras naciones.