Reserva de la Fuerza Pública en Cali, inició a construir partido político transformador.
Conscientes de la grave situación de subdesarrollo, inseguridad, incertidumbre, violencia, inestabilidad institucional, ausencia de programas de gobierno claros, carencia de políticas de Estado y ante evidente necesidad de construir un proyecto político transformador a favor de Colombia, un grupo de veteranos y reservistas de las Fuerzas Militares y de Policía, reunido en la ciudad de Cali Valle, el pasado jueves 2 de mayo de 2024, inició a trabajar al respecto, con base en planteamientos organizativos, esbozados por la Fundación Excelencia, Liderazgo y Transformación:
1. Hay nueve razones claras e inobjetables para crear un partido político, empoderado por las reservas y millones de colombianos decepcionados de dirigentes de izquierda y derecha, por parejo responsables de nuestras desgracias. Tarea que se desarrollará alrededor de estrategia de partido, no de personas en particular.
2. Impera evitar errores y vicios de demagogia tradicional, reflejados en que solo se habla de candidatos y de repartijas de puestos, olvidados por completo de proyectos, programas, planes y compromisos de beneficio común.
3. La militancia se construye mediante el diálogo directo, sostenido y sobre contenido conceptual basado en objetivos políticos. No basta con recoger firmas para apoyar la inscripción del partido. Mas positivo y necesario, es formar a esa persona como militante para que a su vez, ella forme a otros, a partir de un programa de gobierno. Artilugios tales como acopiar emails y números de teléfonos, para luego enviar propaganda personal, es más de lo mismo y bajeza electorera. Dicha tarea es necesaria para consolidar bases de datos, pero para robustecer conciencia de partido, alrededor de una cultura organizacional.
4. La fortaleza de los partidos políticos serios radica en la cultura organizacional, la cual gira alrededor de ideología, identidad, organización y estrategia. Requiere muchas voluntades trabajando alrededor de objetivos institucionales partidistas, no alrededor del más avivato, que igual a los demagogos de siempre, pretende engatusar incautos, para luego ocupar cargos en los que por obvias razones, hará lo mismo de quienes ahora los ostentan y son criticados por ineptitud o corrupción.
5. La conducción política, todo el tiempo cimentada con cultura organizacional, contiene cuatro campos de acción. Inicia en la conducción estratégica desarrollada por estadistas visionarios, por personas a quienes les quepan los problemas del país en la cabeza, y estén dispuestos a orientar los esfuerzos del partido dentro y fuera del país.
Luego está la conducción operativa de todos los aspectos doctrinarios, organizativos y reglamentarios. Estructura la dirección nacional, regional y local, para sostener la disciplina de partido, desarrollar líneas estratégicas y facilitar el ejercicio táctico del activismo.
Los activistas son supremamente necesarios y se requieren por miles, incondicionalmente constantes, persistentes e incansables. Su labor es imprescindible, sin confundir su valiosa labor en marchas, plantones, mitines, difusión de mensajes, distribución de volantes, preparación de eventos, etc., con el liderazgo estratégico, ideológico y conceptual del proyecto. El activismo es parte de él pero no el fin mismo.
Superponer esfuerzos tácticos de activismo de calle, con la conducción estratégica es negativo para la organización. Cada quien debe ubicarse en su rol y realizarlo con la mayor lealtad posible para el partido. No por sus intereses personales, enmascarados con falsos argumentos de labor patriótica.
La militancia es la razón de ser del partido político. Además de ser reglamentada como deben ser todas y cada una de las actividades del partido, la militancia debe ser nutrida permanentemente por procesos educativos formales e informales. Por ende, impera la necesidad de crear la escuela de Geopolítica, pensamiento estratégico y alta política nacional e internacional, es objetivo capital del proyecto, pues el partido transformador es una estructura a largo plazo. No es coyuntural.
6. Debido a limitaciones legales para desarrollar campañas políticas permanentes, urge desarrollar trabajo social, que legitime al partido. Las regionales que se adhieran al proyecto Fundelt, tienen dos caminos: 1. Constituirse en capítulos institucionales o 2. Crear sus propias fundaciones, orientadas al trabajo social y de formación política. Convergente: gravitar sobre similares objetivos institucionales de partido.
Actividad gremial es como su nombre lo indica, gremial. No política. Ni puede concebirse como un apéndice del partido. Sus objetos sociales son diferentes. Desde luego, un gremio sin respaldo político no tiene peso ante las instancias gubernamentales, y un partido sin gremios que lo apoyen pierde militancia. En consecuencia, cada una de las dos organizaciones debe fortalecerse paralelamente. Y aunque es válido pertenecer a ambas organizaciones, no es ética la pretensión de ser la cabeza de ambas y fuera de eso candidato político. Obrar de esa manera, además de insensatez es desfase moral y procedimental.
El tiempo corre en contra de Colombia y a favor de la desinstitucionalización en que cayó el país. Perdemos todos, entre más demoremos en construir el proyecto sobre bases sólidas, reglamentadas y siguiendo un esquema estratégico, entendiendo que cada quien es una pieza de la gran maquinaria y no epicentro del universo, o peor, utilizando a los demás para fines personales.
Las reservas de la Fuerza Pública de Cali, dieron el primer paso. Gran comienzo. Démoslo en todas las regiones. Con vitalidad, entusiasmo y unidad de criterios desarrollemos un plan estratégico ya elaborado, que demanda compromiso, voluntad e identificación de objetivos patrios. No de candidatos en particular.
Manos a la obra,
Luis Alberto Villamarín Pulido
