Para que se entienda la vaina
. Iván González
Políticos, hippies, periodistas, curas, sindicatos y militares.
Los “cachorros de la oligarquía” bogotana constituyeron la “guerrilla intelectual”. Los llamados los “guerrilleros de la burguesía“.
En gran parte promocionados y adoctrinados por grupos de ideología violenta como lo fue el Movimiento Revolucionario Liberal MRL. Creado por uno de los “Delfines” de la “alta clase social”. Desgraciadamente, lo fue por uno de “Los Elegidos”, el hijo de presidente, Alfonso López P.
Porque estaba de moda ser rebelde y antipatriota y no se podía estar por fuera de la corriente ideológica del momento. Los que buscaban reconocimiento social por el camino de implantar por la fuerza la ideología del comunismo. Por ser esa doctrina partidaria de que el gobierno debe atender las necesidades humanas sin que se tenga que trabajar para producir. Tan solo por existir y que los demás lo mantengan.
Y los seguidores del liberalismo fue una buena oportunidad para la infiltración comunista. Entre ambos crearon el MRL de donde se engendraron y adoctrinador la mayoría de los cabecillas de los grupos terroristas que han azotado con indescriptibles crímenes a la nación. Sólo para, por muchos años, ser partidarios y contestatarios del momento.
Además, estimulados con el concepto de la vida libre en todos los aspectos. Ya fuesen inmorales, los placeres sexuales descontrolados y el consumo de narcóticos. El desprecio por el valor del trabajo, los valores espirituales, el amor al ocio y sin existencia organizada. Además de llevar vida licenciosa, hasta dentro de su intimidad familiar. Como lo son los fundadores de la Revista Alternativa. Donde han sobresalido los miembros del apellido Santos.
Para difundir y promocionar esa distorsionado y corrupta forma de pensar, se apoderaron de los medios de comunicación. Aprovechando el gran poder que ejerce el periodismo, por ser informadores masivos de los sucesos, comenzaron a inducir a la conciencia colectiva del pueblo en los criterios de que es legal, incluso legítimo, el imponer las ideas creando terrorismo con el empleo de las armas y el crimen. Donde algunos de estos negocios han sobresalido como influenciadores en la morbocidad y el amarillismo intelectual.
De esa forma la cultura de la violencia creo la corriente del pensamiento de que ser rebelde a todo cuanto sea orden es lo apropiado. Y se introdujo en la política y también en el sindicalismo y hasta en las filas de la iglesia católica. Quién creó hasta su propia línea ideológtca revolucionaria como lo fueron los seguidores de la “Teología de la Liberacion” el “Grupo Golconda” y la “Revolución de las Sotanas. Llegando a ser creadores de grupos criminales. Tan brutales como la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago creada por el sacerdote Bernardo López Arroyave. O jefes de organizaciones terroristas como lo es el ELN encabezado por el famoso Cura Manuel Pérez. O el más notorio ideólogo guerrillero urbano y, después, pandillero armado montaraz, Camilo Torres.
De esa forma los fusiles se subieron a los pulpitos a pregonar las nuevas ideas. Aprovechando el gran reconocimiento que la mayoría del pueblo ha dado a la iglesia católica. Pero que contaminada de las facciones políticas se dejó arrastrar a la lucha armada.
El sindicalismo colombiano no sólo es un fuerte activista laboral para velar por los beneficios económicos de los trabajadores sino promotor de la confrontación de clases sociales. Para afianzar ese pensamiento, más emocional y violento que pacifista y constructivo , se infiltró en en la gigantescas organización social del sistema educativo gubernamental.
Donde el pueblo gasta los mayores e inmensos recursos económicos. Por medio del cual se aprovecha de ellos para adoctrinar las mentes de los jóvenes, en el espíritu de destruir la productividad y crear la cultura de la violencia. Abusando de la imposibilidad del ser humano y del gobierno de dejar de satisfacer su incontenible necesidad de mantener y crear civilización. Y de acumular conocimientos benéficos para la existencia del hombre.
Así fue como crearon el perverso y criminal Fecode que no solo malgasta el valioso tesoro nacional sino que lo emplea, con satánica intención, en contra del pueblo. Maquiavélico sindicato que ha causado mucho daño social.
Dentro de este mundo de mentes descompuestas, que para matizar nuestra desgracia hemos dado en llamar dizque “Realismo Mágico”, les han correspondido actuar a los militares y policías colombianos.
Unas veces conteniendo la violencia política entre dichas ideologías, que se han enfrentado de manera sanguinaria por hacerse al gobierno para imponer sus pareceres, y otras defendiendo a las autoridades que en su momento les ha correspondido ejerce la dirección de la nación por medios democráticos. Democracia, si, pero cultivada en terrenos de campo santo y regada con sangre humana.
De todas formas las Fuerzas Militares, a mucho y constante riesgo de ser arrastradas por la avalancha de las pasiones primitivas, han sido las únicas que han logrado sostener los dos pilares fundamentales de la republica: la ley y el orden.
Sin ellas estaríamos aún más abajo del profundo y tenebroso abismo del infierno que nos ha tocado vivir. Y que seguirá hasta el infinito si no somos capaces de aprender a existir con civilización. Lo que Fecode no enseña.
