Nuestro propósito superior: Unidos para ser más fuertes.
Artículos de opiniónPublicaciones

El trabajo humano fuente de la riqueza de un país

Por Gerardo Terán Canal

En 1981, con ocasión de los 90 años de la publicación de la encíclica Rerum Novarum (1), escrita por el papa León XIII, y que abrió las puertas de la iglesia católica al tema de la cuestión social, el papa Juan Pablo II publicó la encíclica Laborem Exercens (2)  en la que en el  artículo 1 afirma, que:

“El trabajo es uno de estos aspectos, perenne y fundamental, siempre actual y que exige constantemente una renovada atención y un decidido testimonio. Porque surgen siempre nuevos interrogantes y problemas, nacen siempre nuevas esperanzas, pero nacen también temores y amenazas relacionadas con esta dimensión fundamental de la existencia humana, de la que la vida del hombre está hecha cada día, de la que deriva la propia dignidad específica y en la que a la vez está contenida la medida incesante de la fatiga humana, del sufrimiento y también del daño y de la injusticia que invaden profundamente la vida social dentro de cada nación y a escala internacional.

Si bien es verdad que el hombre se nutre con el pan del trabajo de sus manos es decir, no sólo de ese pan de cada día que mantiene vivo su cuerpo, sino también del pan de la ciencia y del progreso, de la civilización y de la cultura, entonces es también verdad perenne que él se nutre de ese pan con el sudor de su frente o sea no sólo con el esfuerzo y la fatiga personales, sino también en medio de tantas tensiones, conflictos y crisis que, en relación con la realidad del trabajo, trastocan la vida de cada sociedad y aun de toda la humanidad”.

Se hace necesario reflexionar sobre esta sabia descripción de lo que es y significa para la historia de la humanidad, el trabajo. En la actualidad, y en concreto en nuestro país, el sentido del trabajo ha cambiado, no impulsado por el progreso de nuestra economía, sino por la decadencia de la misma.

Por un lado está la política económica del llamado Nuevo Orden Mundial, basado en la especulación monetaria y la usura, que ha limitado el desarrollo económico de los llamados países del tercer mundo, y por otro, está la decisión de tomada por la clase política de este país, de convertirnos en una colonia del narcotráfico.

Cada vez son menos las oportunidades de trabajo calificado para nuestros jóvenes egresados del SENA y de las diferentes universidades. Su futuro soñado, después de esfuerzos y dedicación, se ve frustrado, porque su sueño no se corresponde con el desarrollo y progreso de nuestra Colombia.

Entonces la opción que les queda, es dudar si pueden conformar una familia que les permita disfrutar de un amor pleno, y sea cual fuere la decisión no les queda otra alternativa que:

  • abandonar el país en busca de oportunidades.

2- dedicarse a la actividad económica informal.

3- convertirse en un explotado más, de las actividades ilícitas, que ya hemos mencionado.

Hoy más del 60% de nuestra población económicamente activa, y también la no activa, me refiero a niños y ancianos, está dedicada a la economía llamada informal. Esta economía depende en sus ingresos del salario de quienes están en el 3,5 % de la economía formal y de los que están empleados por el Estado.

Muchos piensan que esta situación no se puede revertir. Pero si queremos como se dice en Laborem Exercens, que “El trabajo es (sea) uno de estos aspectos, perenne y fundamental, siempre actual y que exige constantemente una renovada atención y un decidido testimonio”, entonces debemos enfocarnos en trabajar políticamente para revertir la actual situación.

Por eso FUNDELT propone una opción política que se fundamente en el desarrollo productivo de la nación. Además complementa esa propuesta con un programa educativo que permita cumplir con lo expuesto tan acertadamente por el papa:

“Si bien es verdad que el hombre se nutre con el pan del trabajo de sus manos,5 es decir, no sólo de ese pan de cada día que mantiene vivo su cuerpo, sino también del pan de la ciencia y del progreso, de la civilización y de la cultura, entonces es también verdad perenne que él se nutre de ese pan con el sudor de su frente”.

  • De las cosas nuevas
  • El Trabajo Humano

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies. Puede ver aquí la política de cookies.    Más información
Privacidad