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Sinopsis de una entrevista, y algo más.

(Para conservar el hilo de la historia)

     Teniente Coronel (V.F.P.) Ramiro Saldaña Amézquita
     Asaz valor histórico la entrevista en comento y que debe ser conocida por todo el mundo y en especial por el pueblo colombiano y por los organismos internacionales que apoyan procesos entre un Estado subdesarrollado (como es Colombia), con grupos terroristas, apoyos que llaman “laboratorios de paz”, sin tener el conocimiento objetivo de lo que ocurre en el país en donde se desarrolla, y contrario sensu, dichos pactos no los hacen en sus propios territorios.
      Me refiero al contenido de la entrevista que sostuvo el Señor Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, con el reconocido periodista Camilo Egaña, de la cadena internacional CNN, en Miami (Florida), el 26 de septiembre de 2017, con motivo de la presentación de tres libros (hoy lleva cuarenta), de autoría del entrevistado, en donde trata aspectos de la relación que existe entre la Farc y los gobiernos de izquierda y con el narcotráfico, así, como las estratagemas del pacto Farc-Santos.
     Llevaré el orden del desarrollo de la entrevista y de su contenido, (grosso modo), puedo comentar:
     En Colombia sigue latente, el divorcio que existe entre lo citadino y lo rural. Digamos, entre la ciudad y el campo y en especial el descuido que se ha tenido con las zonas de fronteras, y en territorios que llaman “regiones alejadas de Colombia” (como si Colombia solo fuera su capital y las grandes ciudades), en donde siempre ha faltado presencia del Estado.
Las regiones fronterizas no saben que ocurre en el gobierno central y éste, no sabe ni le ha interesado saber que pasa en las fronteras ni como se vive en el campo.
      Por ejemplo: En el llamado “Proceso de Paz”, (1999-2002), con el grupo terrorista de la Farc, con epicentro en el municipio de San Vicente del Caguán (Caquetá), región ganadera de gente noble y trabajadora, que por mucho tiempo ha sufrido la violencia por ausencia del Estado, sucedían anécdotas como la siguiente: Quienes conformaban la comisión del gobierno, llegaban de un día para otro, vía aérea, (derroche de gasto), bajaban del avión y cuando se dignaban saludar de mano a uno de sus habitantes, (diferente al trato que daban a los terroristas, quienes se pavoneaban en finos vehículos), lo primero que hacían, era buscar agua y jabón (no había pandemia todavía), para lavarse sus manos.
       Una nota al margen. Quienes escuchen tan importante entrevista, pueden darse cuenta que en el ámbito periodístico y en otros muchos de la sociedad, muy equivocadamente se cree que la carrera militar o que las armas se contraponen a las letras, cuando es todo lo contrario; un militar debe saber escribir y hablar bien, tanto para arengar sus tropas como para dirigirse a la comunidad en general. De hecho, el militar, en su estudio del arte de la guerra, aprende entre otras: historia militar, historia universal, ideologías políticas…,
       Muy preciso fue el Señor Coronel Villamarín al responderle al entrevistador, que los militares, las más de las veces, prefieren no opinar. De igual manera enfatiza en el profesionalismo de las Fuerzas Militares de Colombia y como ejemplo, cita el impecable planeamiento y ejecución de la operación jaque, cuyos resultados todos conocemos; además la valentía y abnegación de nuestros soldados Colombianos, que desafortunadamente los gobiernos no han sabido aprovechar porque no han tenido la voluntad política de acabar con la guerrilla.
      En el acuerdo o pacto del gobierno colombiano con las FARC, (2016), en donde las condiciones las impuso este último, no solamente no hubo oposición, (salvo de las organizaciones de Veteranos), sino que fue apoyado por los partidos políticos de entonces, al punto de haber desconocido la decisión del pueblo, quien no refrendó el pacto, según lo muestran los resultados del plebiscito del 02 de 0ctubre de 2016.
       Mírese, que aunque organismos internacionales conocían que durante el acuerdo llamado de paz, la Farc, seguía traficando, (según documentos de la ONU, se dice en la entrevista) y en donde abiertamente ese grupo, se declaraban defensores de los sembradores de coca y aún, sabiéndose que la Farc no cumplió con lo pactado, esos organismos internacionales, guardaron silencio frente al robo de los resultados del plebiscito, al igual que la Misión de observación electoral, que avaló la pureza de los comicios, pero calló frente al fraude que hubo después de los resultados.

        Igual comportamiento, (lo digo con respeto), tuvo el máximo jerarca de la Iglesia Católica, quien siempre abogó por un diálogo sincero, condición sine qua non para visitar a Colombia. Diálogo sincero que nunca lo hubo. Con todo y eso, y a pesar de que el resultado del llamado acuerdo fue contrario a lo esperado, (la violencia sigue peor), el Comité Noruego del nobel, entregó el premio al presidente de Colombia.
       Más aún, “por arte de belcebú”, en una maniobra que todavía no logro entender, el delito de rebelión, subsumió al del tráfico de estupefacientes, porque según decían, la rebelión necesitaba de este recurso. (aclaro: de esto no se habla en la entrevista).
      Y para cerrar el pacto, y blindarlo, (como sugería el eminente obispo de Roma), se creó la tan cuestionada comisión “llamada de la verdad” y otros apéndices.
Mejor dicho: En este “acuerdo”, hubo de todo, menos Ética. (O imperó la ética de la amenaza, del engaño, la violencia, la mentira, la degradación de las buenas costumbres, el morbo). Vergüenza mundial que no debe repetirse. Los actores del pacto cumplieron su papel y fueron premiados. “El laboratorio de Paz”, fracasó de nuevo y Colombia empezó a caer en arena movediza.
      Estos procesos o “acuerdos de paz”, se han hecho con tanto subterfugio, que ningún candidato a la presidencia de la república, lo enlista dentro de su programa de gobierno como lo manda la ley, y una vez elegidos, no convocan a la ciudadanía para incluirlos en los planes de gobierno, como lo preceptúa la ley de participación ciudadana, en desarrollo del mandato constitucional, Preámbulo: “…dentro de un marco jurídico, democrático y participativo”.
Adendo:
         El pueblo colombiano no debe hacerse ilusiones para “asegurar la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento la libertad y la paz”, mientras no practique la ética (diferente a la utilizada en los acuerdos de paz) y buenas costumbres, y ésta empieza en la familia y en la escuela primaria.
Las escuelas militares y de policía forman y capacitan militares y policías, las universidades forman profesionales para cumplir su función.
       En Colombia existe la Escuela Superior de Administración Pública, ”ESAP”, desde 1958, la que se creó para formar y capacitar verdaderos servidores públicos. Al parecer, no hay demanda de inscripciones para esta profesión.
        La Fundación Excelencia Liderazgo y Transformación, “FUNDELT”, ha venido trabajando mediante conferencias y talleres en Gobierno Público, para formar estadistas – estrategas. Abre su aula máxima virtual, este lunes 16 de enero de 2023.
       La invitación para todos los colombianos, es a participar en los talleres y conferencias de política y geopolítica, local, regional y mundial.
Información detallada se encuentra en la página de la fundación.

Para quienes no han visto el video con la referida entrevista, a continuación pueden acceder a él.

 

rsaldanaa@otmail.com

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