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Un comentario al margen

La Estrella, (Antioquia), 24 de noviembre de 2023

    Teniente coronel (VFP) Ramiro Saldaña Amézquita.

     Acostumbro y me gusta leer y escuchar los planteamientos del Señor coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, por varios motivos. Uno de los tantos, es la claridad de sus planteamientos y la profundidad de los mismos, los que propone sin eufemismos y con un sentimiento patriótico propio de los bizarros, por cierto, muy escasos hoy en día. Coincido de igual manera con su pensamiento y con el orden como desarrolla los planteamientos que hace, aunque muy distante estoy de su erudición, lo que no es óbice para acomodar y encauzar o encaminar la idea que de los partidos políticos y de los dueños del poder tengo, quienes nos han llevado a la condición en la cual estamos, en la que hemos pasado de la indiferencia al engaño y de éste al odio, siempre en perjuicio del pueblo noble colombiano.

    En este caso, me estoy refiriendo a uno de los audios enviado por las redes sociales (lo comparto), el día de 23 de noviembre de 2023, referido al encuentro entre el presidente actual y el expresidente Uribe.

    Siguiendo el hilo del audio, y hablando del proceso de paz, debo decir que en Colombia a nombre de la paz se han cambiado conceptos de los métodos para alcanzarla. Es decir, el método de los diálogos de paz, no ha servido sino para ayudar a generar la violencia y con ella la destrucción del país. En Colombia se ha querido disimular la guerra sucia con los procesos de paz y se ha dejado de hacer la guerra franca, pero ésta vale la pena, solo si existe el compromiso de erradicar las causas que la originaron de las que es dueña y en muy buena parte responsable, una clase poderosa de la sociedad.

    Es por eso que Colombia tiene una estructura con sus bases resentidas.

     Es necesario reconstruirla, y ya sabemos que se debe hacer cuando algo se debe reconstruir. Es, aunque parezca raro, y mucho lo hemos iterado, la praxis de la triada Hegeliana: un estado que medio tuvimos, lo estamos acabando y ahora tenemos que reconstruirlo. Los dueños del poder, (económicos, iglesia, gobierno, partidos políticos y subversión), no tienen intención de cambiar sus posiciones y se han amañado en un método tan arcaico como nocivo tratando de conseguir una paz cuando ni siquiera están dadas las condiciones de justicia social, creando un desequilibrio dialéctico en ausencia de propuestas serias.

    Por poner un solo ejemplo: Yo no tengo libertad para desplazarme por las vías de mi país, porque se está discutiendo en las mesas de negociaciones, que ahora llaman conversaciones previas (no sé cuántos años llevan en eso), si el Eln, me puede secuestrar o no. ¡Que desastre! Repitiendo lo mismo que se hizo al aceptar en el proceso llamado de paz con el grupo terrorista de la Farc, cuando se les autorizó traficar so pretexto de poder sustentar la mal llamada subversión.

Ahora: Cuando el analista geopolítico, señor teniente coronel Villamarín, examina lo del tinto que tomó el señor Uribe acompañado de algunos de su equipo político con el presidente Petro, pues también aprovecho un dicho de nuestra sabiduría popular: “Algo tiene el agua cuando el cura la bendice”; como ciudadano, no he podido entender la posición del expresidente Álvaro Uribe, por cuanto no veo en su partido una actitud firme frente a las estulticias del presidente Petro; me refiero solo a este partido político que se ufana de ser oposición, porque de los restantes ni qué hablar. Desconozco el tema discutido “en el tinto”, que no se hubiera podido debatir abiertamente.

Lo de la posición ambigua de los empresarios y gremios, empezando por el presidente ejecutivo de la federación colombiana de ganaderos, que dialoga en Cuba con los grupos terroristas, deja muchos interrogantes. Al menos a mí. “Algo tiene el agua cuando el cura la bendice”. Posiciones débiles frente al terrorismo, que mucho daño sigue haciéndole al pueblo colombiano.

Con razón decía Marx en su “materialismo histórico”. que la forma de producir la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual el que a su vez cambia el orden social y la superestructura ideológica: estado, derecho, arte, filosofía, religión.

Finalmente, estoy muy de acuerdo, con lo que sugiere el señor teniente coronel Villamarín en el sentido de que el camino para reconstruir a Colombia es crear un nuevo partido político fuerte, serio y estructurado.

Mi percepción.

rsaldanaa@hotmail.com

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