Desgobierno de Petro: Odios, corrupción, escándalos, ineptitud, populismo, mentiras. ¿Hay solución?
A diario pululan por las redes sociales comentarios, memes, críticas, señalamientos y pruebas fehacientes de incitación al odio y la violencia, escándalos mayúsculos, ineptitud manifiesta de alto porcentaje de funcionarios públicos, populismo y estratagemas de engaño, además de mentiras reiteradas en las que como avezados comunistas son expertos Petro y sus cómplices.
De escándalo en escándalo, con habilidosa argucia, Petro se ha autovictimiza, aduciendo que no es su rayana incapacidad para gobernar, ni la pésima gestión de sus cómplices de mandato, sino la acción de la supuesta ultraderecha, que no lo deja gobernar, porque según su estratagema, a los ricos les resiente que sea presidente un mandatario del pueblo.
Populista, engañoso y propagandístico mensaje, apunta a multiplicar el caos, en lo cual como terrorista desmovilizado del M-19, también es experto Petro.
Seguidor de cartillas leninistas, busca salir del caos generado por su ingenio, como el salvador que necesita una asamblea constituyente que lo legitime y atornille en el poder, obviamente acompañado por la taifa depredadora de todas las corrientes que lo acompaña o que está presta a acompañarlo, para hacer parte de quienes expolian nómina y presupuesto públicos.
Sana lógica, no es cuestionable tal conducta de Petro. Ese es su bandoleril ADN de comunista que con las armas quiso llevar a Colombia a una dictadura procubana.
Cuestionable es la desfachatez de la supuesta oposición, enamarañada en rapiñas egocéntricas para las elecciones de 2026. Grandes problemas requieren grandes soluciones.
Actual situación de desgobierno, desinstitucionalización, inexistencia de partidos políticos, falta de objetivos nacionales, insaciables avaricias de autoiluminados líderes, ignorancia profunda de gran parte de la población acerca de la política, corrupción en manejos públicos, connivencia con escándalos, ineficiencia judicial, podredumbre en congreso y altos cargos públicos, etc., no se arregla con caudillos, ni mucho menos con los mismos de siempre.
Para cambiar esquema de descomposición política que llevó a Petro al poder, urge sin dilaciones, crear un partido político diferente a las 37 empresas comercializadoras de votos y plagadas de caciques sin planes estratégicos de desarrollo nacional, que actualmente existen.
