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Estamos transitando el camino hacia el comunismo

     Por Mayor General Carlos Orlando Quiroga Ferreira

     En la época actual la manera de acabar la democracia es a manos de gobernantes electos que destrozan el proceso mismo que los condujo al poder; desmantelan la democracia, algunos a toda prisa, como Hitler en 1933 en Alemania o lentamente, a pasos no apreciables, como Chavez y Ortega en Venezuela y Nicaragua, o como Colombia, que empieza a transitar ese camino, de forma pausada pero visible. Un camino destructivo.

      Todos esos gobernantes latinoamericanos prometieron construir una democracia auténtica y participativa, aprovechándose de la ira de ciudadanos de a pie, muchos de los cuales se sentían ignorados y maltratados por los partidos políticos tradicionales. A medida que transcurre el tiempo va apareciendo el autoritarismo, el desconocimiento a la ley y la constitución y llenando las Cortes y Tribunales de magistrados afines, si es que no están ahí ya, que les permite mantener una fachada democratica.

      Celebran elecciones amañadas y controlan los medios de comunicación y todas las instituciones del Estado, entre ellas la Fuerza Publica y las de control, la Fiscalia, de tal manera que detentan el poder total.

     Así es como mueren las democracias hoy en día, por la vía electoral, sin tanques en la calles. La van destrozando hasta despojarla de sustancia y contenido.

      Todo tiene apariencia de legalidad. Sus medidas las venden como que son para mejorar la democracia, para reforzar la eficacia del poder judicial, combatir la corrupción, acabar la violación de los derechos humanos o sanear el proceso electoral.

      Los medios de comunicación siguen funcionando, pero sobornados y sometidos al servicio del poder.

      Los ciudadanos siguen criticando pero casi siempre lidiando con impuestos confiscatorios y problemas legales a los que los lleva el gobierno.

     Muchas personas no se dan cuenta de lo que está sucediendo y continúan creyendo que están en democracia.

     Nada hace sonar las alarmas para una buena parte de la población. Quienes denuncian son calificados de alarmistas y enemigos del pueblo.

      Estamos transitando ese camino.

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