La realidad política y el rol de la reserva activa de la Fuerza Pública
Por Coronel Alberto Restrepo Arboleda.
Por razones netamente de disciplina militar, en la construcción de escenarios y planes de largo aliento nuestras fuerzas militares y de policía, no incluyeron contingencias políticas, con variables de gobiernos de izquierda o de línea comunista, en sus modelos funcionales y operativos.
El modelo académico técnico en ciencias militares y policiales, obligaba a asimilar una administración de ideología asimétrica en el poder, con subordinación natural de las fuerzas armadas al poder civil legítimo, pero sin interfaz o interacción mutua en cada ámbito de operatividad.
Este desacertado enfoque de la coordinación institucional, dio paso al fortalecimiento de multiplicadores delincuenciales que camuflados en la legitimidad del gobierno, pasan a ser ilegales en su actuación, pues incorporan conceptos traídos de los cabellos, tales como los de “cercos humanitarios” que amparados en políticas cocaleras y de expropiación ancestral, logran ocupar terrenos con tal rapidez que emulan, la blitzkrieg, en su concepto real de concentración de fuerzas en las zonas de interés local con objetivo estratégico.
Así las cosas y en función de atender una necesidad de orden nacional, algunos miembros de la reserva activa, con audacia pero neonatos en el activismo de masas, reflejado en la organización y liderazgo de marchas y manifestaciones públicas, con relativo éxito, tomaron la decisión de participar como candidatos en la contienda regional política del próximo mes de octubre de 2023, en medio de un ambiente de debilidad sociopolítica entre las comunidades.
Es aquí donde la experticia, conocimiento geopolítico, cultivado a lo largo de los años de servicio a la patria, se tornan vitales, para desarrollar actividades en las siguientes líneas y otras que se requieran, para avanzar hacia objetivos superiores:
Centros Regionales de Pensamiento Político
Grupos de Apoyo de Imagen Institucional
Grupos de Acercamiento Social–Empresarial
Grupos de Articulación Interinstitucional.
Estas estructuras pueden funcionar de manera independiente, siempre puestas al servicio de los candidatos de la reserva de la Fuerza Pública, que militen en partidos que guarden afinidad institucional.
El reto obliga a despojarnos de celos y egos y permitirá unificar criterios y desarrollar una narrativa coherente y endógena, que facilite conectar la realidad social con la solución política requerida por las comunidades, en función de modelos disruptivos que presenten a las reservas activas, unidas, y útiles, al servicio de una causa real.
Colombia lo necesita y tenemos las condiciones y cualidades para hacerlo, pero necesitamos construir identidad de proyecto para obtener militancia.
