¿Actúa Petro como canalla complotado con Eln en secuestro de sargento Karina Ramírez y sus hijos?
La inaceptable declaración de Gustavo Petro, respecto a los actos criminales del Eln, incluido el atroz secuestro de la sargento segundo del Ejército Karina Ramírez Chitiva y sus dos pequeños hijos, justificando que tan execrables hechos ocurrieron un día antes de iniciar el dudoso cese al fuego, dejan la amarga sensación que:
La conducta política del mandatario colombiano, está más identificada con los objetivos narcoterroristas, y con su arraigada mentalidad bandoleril de la década 1980, que con el necesario robustecimiento de la institucionalidad, y la obvia lealtad que Petro debería tener, con quienes integran las Fuerzas Militares y de Policía, pues ellos lo protegen para que ocupe el inmerecido cargo de presidente de la república.
Esto sucede pocas horas después de que Petro exteriorizó en otro escenario, su retrógrada visión del futuro del mundo, al asegurar en público con calculado lenguaje comunista, que las armas del Estado en poder de militares y policías son “patrimonio del pueblo”, en lugar de decir, que son las herramientas para garantizar la defensa y la seguridad de todos los colombianos. Preocupante carga ideológica marxista-leninista, con lo más sensible de nuestra seguridad nacional.
Es sabido que Petro y el Eln estuvieron reunidos durante tres meses en Cuba, acordando mutuamente, como causarle más daños a Colombia, por medio de la supuesta negociación de paz. También es claro, que el Eln aspira a obtener más que las Farc, y que será un engaño todo su esquema de conversaciones de paz, mientras no se destapen los oscuros nexos con religiosos de la Teología de la Liberación, quienes incrustan el “poder popular alrededor de las bases revolucionarias de masas y las comunicades eclesiales de base”, enfocados en fatigar a un adversario que con contadas excepciones, en la mesa de diálogos, semeja una prolongación de su brazo político-propagandístico, y no, una comisión en defensa de los intereses nacionales.
Por estas y mil razones más, conexas con los sistemáticos y sostenidos actos de terrorismo contra los colombianos por parte del Eln, mientras sus cómplices y negociadores de paz convalidan sus acciones criminales, no es descabellado sino muy real, inferir que Gustavo Petro actúa como un canalla complotado con narcoterroristas del Eln, frente al secuestro de la sargento Karina Ramírez Chitiva.
Les habló Luis Alberto Villamarín Pulido
