Hilvanando pergeños de la historia
La Estrella (Antioquia), 04 de septiembre de 2023
Teniente coronel (V.F.P) Ramiro Saldaña Amézquita.
La Fundación Excelencia, Liderazgo y Transformación, “FUNDELT”, celebra su presentación de los 400, episodios de la reconstrucción de la memoria histórica de actos terroristas cometidos por la narco guerrilla comunista.
Retomo apuntes de pasados episodios, los que a su vez son conocimientos adquiridos y cimentados en nuestra querida ESMIC, en la asignatura de Ideologías políticas, complementados con otras lecturas; de lo que colijo:
De lo bueno y lo malo no es fácil hablar, y no lo es por cuanto se puede incurrir en errores; en realidad lo que para uno es bueno para otro puede ser lo contrario. Algunas corrientes filosóficas han hecho concomitante lo bueno con lo bello y lo verdadero; pero aún, así, lo que para uno es bello para otro puede resultar contrario; igual podría decirse del concepto de verdad. Es por ello que muchas definiciones resultan nugatorias e incompletas, tanto que las diferentes teorías filosóficas y científicas, así como sucede con la evolución de la materia y las especies, permanecen en continua revisión y perfeccionamiento. Sin embargo, existen unos principios naturales que han servido de pivote a la humanidad, (o mejor), a los científicos, filósofos, biólogos y naturistas para expresar sus teorías y comprobarlas con la ayuda del tiempo y el relevo generacional a través de la epistemología. De hecho, estos principios tienen validez en el campo social, en la vida cotidiana del ciudadano común y mayor significación con quienes ejercen la autoridad.
Por ejemplo: Veamos dos de los principios propuestos por Hegel que denominó “Leyes de la dialéctica materialista”, así: 1. Ley de la unidad de los contrarios. La define como la fuente de todo movimiento y de toda vida. Una cosa es ella misma y al mismo tiempo su negación. La ilustra en la mecánica como la reacción que se opone a la acción, y así sucesivamente, hasta enmarcar dentro de ese principio la lucha de clases. 3. Ley de la negación. Lo antiguo se conserva. pero al mismo tiempo se supera al nacer lo nuevo en el cambio cualitativo. Es un momento del desarrollo que conserva lo positivo; un ejemplo es la semilla que se convierte en planta y luego en frutos. Es la idea del desarrollo según la triada: Tesis, negada por la antítesis y a su vez superada por la síntesis que se convierte nuevamente en tesis. Una cuarta ley es la de la “Interacción de los Seres”. Lenin, de un plumazo, las redujo a lo que él llamó “las dos grandes fuerzas motrices de la historia”: Las energías económicas y la lucha de clases.
En la praxis, se enfrentaron dos corrientes en Rusia: Los “Mencheviques”, con Plejánov y Bakunin, y los “Bolcheviques”, con Lenin y Trotsky, quienes propugnaban el aceleramiento de la revolución por cualquier medio violento. Decían:
“Para los revolucionarios, la moralidad es todo cuanto sirve a la lucha contra los explotadores. Ese fin justifica los medios. Compromiso, deshonor, asesinatos, todo es bueno; esa es nuestra ética.
Entenderán quienes lean o nos escuchen, el por qué, de las atrocidades cometidas por los grupos terroristas del E.LN. y de la FARC; ambos simulan acordar la paz, mientras destruyen el país; de nuevo, una sentencia de Lenin: “La paz es la continuación de la guerra por otros medios”. Y una más, que adopta del maestro Sun Tzu: “utilizad para vuestra revolución, los seres más viles y execrables.
Es entonces cuando al leer la programación de la conmemoración de estos 400 episodios de la memoria histórica aún no contada, en donde se me decía hacer énfasis en un icónico caso de la horripilante violencia generada por esos grupos terroristas, no pude escoger cual de todos es el que más refleja la degeneración de la psiquis de estos execrables y viles militantes de la narcoguerrilla, y sus apéndices, pues para ellos lo bello y bueno de lo que decíamos al principio, son la crueldad y las masacres.
No se, si conmemoramos una fausta o infausta fecha, pero sin duda, sí, memorable, porque Colombia y el mundo y muy en especial los dirigentes políticos de nuestro país, tienen la obligación de conocer la verdad ceñida a la realidad, tal la presenta la “FUNDELT”, y de esta manera, evitar el engaño y el daño que se le ha hecho al pueblo colombiano con estos mal llamados procesos de paz y con el informe que no solo no se ajusta a la verdad, sino que la mismas normas del derecho nacional e internacional, prohíben el cuento, de la verdad cuando es propiciada por el Estado.
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