Rusia, Ucrania y Colombia
Por Iván González Urán
Es verdad que el ataque de Putin contra Ucrania mutó de guerra relámpago a guerra de desgaste prolongado. Pero sigue teniendo su objetivo fundamental de guerra de castigo por el espíritu antirruso de Ucrania. Y esa simpatía la cobra Putin con tres objetivos parciales: agresión a la población , destrucción de bienes y anexión territorial.
El espíritu antirruso en Ucrania surgió por la campaña de provocación sicosocial, propagandística y política de occidente. Es decir, guerra psicológica antirrusa. Provocación similar a la de Estados Unidos con sus emplazamientos de misiles atómicos en Turquía en los años cincuenta y sesenta. Pero esta vez con un bastión geopolítico y cabeza de playa humano en Ucrania. Con posibilidades de progresar de una amenaza convencional hasta nuclear contra Rusia. Lo cual indica que se ha ignorado la historia.
Varias circunstancias le eran favorables a las intenciones de agresión armada de Rusia, el descredito norteamericano en Afganistán, la crisis de la OTAN. Sus lazos comerciales con Alemania. El debilitamiento de los acuerdos mundiales antinucleares en especial con Irán, las pretensiones chinas sobre Taiwán, el espíritu antinorteamericano en Latinoamérica y la simpatía cultural e histórica con Rusia de parte de Ucrania.
Es una guerra directa de Rusia contra una coalición que aplica la guerra híbrida por medio de Ucrania. Con la alternativa de escalamiento a una guerra nuclear con destrucción mutua asegurada.
Con repercusiones mundiales. En especial sobre la agricultura y la disponibilidad de alimentos estratégicos. Además del comercio y la economía global.
La pandemia y la guerra en Ucrania han ralentizado la economía y la producción mundial. Lo cual reduce los consumos de energía, en especial el petróleo y el gas natural. Se favorecen los países no productores con la caída de los precios y se incrementa la importancia de las naciones que disponen del recurso natural. Por lo cual se restringe la producción para estabilizar el mercado del petróleo.
Motivo por el cual los países con economías dependientes en gran parte del mercado petrolero, como Colombia, tienen que tener planes contingentes para ser menos vulnerables.
Tales como enfocarse en la agricultura y el mercado mundial de alimentos. Con el concepto fundamental que difundió el futurista Albert Pietri cuando dijo: “Sembrar el petróleo”. Y muchas personas no le creyeron.
