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Situación electoral en Perú

 ¿Qué está realmente en juego en este país y en el resto del continente?

Por Luis Alberto Villamarin Pulido

“La compleja situación interna de la República de Perú, derivada del dilatado conteo de los votos de los electores para escoger candidato presidencial en segunda vuelta, por la diferencia mínima entre los dos candidatos genera un ambiente de dudas, tensiones y suspicacias, e indica que para quien se posesione definitivamente en la presidencia,  no será nada fácil gobernar un país en el  que llegaron al balotaje final los dos candidatos con mayor promedio, entre la exagerada cifra de candidatos participantes en la primera vuelta.

 Llegan sin mayorías en el Congreso, y sujetos a unos vaivenes políticos que han causado gran inestabilidad institucional durante la última década en Perú. Desde el punto de vista geopolítico, si definitivamente gana el candidato Pedro Castillo, podría sobrevenir una desbandada económica, debido a que este señor ha anunciado estar interesado en nacionalizar los recursos peruanos, llenar el país de médicos cubanos, para aleccionar ideológicamente a la juventud con ideas marxistas, servir de multiplicador del terrorismo y se infiere, del narcotráfico.” (Villamarin Pulido  www.fundelt.com )

Ubicado en el costado occidental de Suramérica con 3.100 Kms sobre el Océano Pacífico, Perú tiene una posición privilegiada para contactar el norte, el oriente y el sur de esta área, pues limita con Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia y Chile, condición geográfica que le otorga una amplia e importante posición geopolítica y geoestratégica.

 De modo que lo que ocurra en Perú, como suele suceder en la geopolítica moderna, va a afectar también al resto del subcontinente suramericano, más aún por el momento histórico en que la polarización de las ideas y comportamientos poblacionales, imita lo acontecido en las cuestionadas elecciones de los Estados Unidos de América, donde el presidente Joe Biden quien va a completar un semestre de  gobierno, continúa recibiendo acusaciones y ataques en su contra, lo que permite suponer que si eso sucede, en ese poderoso y desarrollado país, podemos imaginar  algo similar o peor en el resto del continente.

Perú ha entrado en una franca polarización debido a la abierta posición del señor Castillo, quien poco a poco ha llegado a declararse marxista-leninista, seguidor de Fidel Castro y de Hugo Chávez.

Su conducta introdujo el terror en un país, que venía en importante proceso de desarrollo económico, gracias a la intervención de la iniciativa privada y más claras reglas de juego para la inversión, lo que dio un vuelco importante al modelo económico que traía hasta 2008 cuando comenzó ese nuevo ejercicio en Perú.

El amenazante anuncio del señor Castillo, sobre la nacionalización de todo desarrollo privado, la adopción del modelo educativo comunista cubano y la apertura a convenios con la China, son por supuesto, temas de relevante importancia para el resto del continente y especial para los Estados Unidos como cabeza del mismo. 

La señora Fujimori, por otro lado, está bajo la amenaza de un proceso judicial por corrupción debida a la  supuesta recepción de dineros de Odebrecht en su época de congresista y bajo persecución política por el éxito de su padre en el exterminio del grupo terrorista “Sendero Luminoso” a pesar de múltiples acusaciones sin pruebas directas al respecto, solo por las correspondientes encontradas a funcionarios en ejercicio durante su administración.

A grandes rasgos, dentro de la economía internacional, Perú tiene un acuerdo de complementación económica que  viene trabajando con Cuba desde la presidencia del general Velasco y preocupa que de ganar el señor Castillo, ese acuerdo de complementación vire en una dependencia para el envío por parte de Perú de todos los suministros que hoy en día requieren en la isla, y que desde  allí empiecen a “suministrar  médicos y técnicos” aleccionadores del comunismo para la juventud peruana. 

Pero también tiene Perú otros acuerdos con Mercosur y una larga lista de tratados con varios países, entre los cuales son propiamente de libre comercio con Estados Unidos, Canadá, Chile y China; con Colombia a través de la Comunidad Andina de Naciones y otros próximos a entrar en vigencia con la Alianza del Pacífico, con Australia, y con Brasil.

Incluye acuerdos a Guatemala en asuntos agrícolas, a El Salvador en textiles de algodón, a India en tecnología y a Turquía igualmente en lo agropecuario, minerales y pesca. Es totalmente predecible lo que pudiera suceder con tales acuerdos comerciales de ganar el señor Castillo, con sus afanes de total nacionalización de empresas.

Los principales renglones de la economía de Perú son agricultura, agroindustria, recursos marinos, gas, y minería, todos los cuales se han sostenido en alguna forma, a pesar de las serias dificultades políticas a lo largo de las últimas dos y media décadas y de los desastrosos efectos de la pandemia en el último año y medio, aparte del muy elevado número de fallecimientos por su causa y por el mal manejo sanitario. 

Las principales exportaciones del Perú son: del sector minero: 63,1% en cobre, oro, zinc, y adicionalmente textiles de algodón y productos pesqueros. El turismo genera ingresos que representan un 11 % del PIB, renglón con una población de 500.000 empleos directos y 340.000 indirectos.

Telefonía con 30 millones de teléfonos fijos y 40 millones de celulares para una población de aproximadamente 34 millones, cuenta además, con 140.000 kilómetros de carreteras transitables y un ferrocarril dedicado al transporte minero, tiene una cobertura energética térmica e hidroeléctrica del 90%,

Perú es el primer productor a nivel latinoamericano en oro, zinc, estaño y plomo y segundo productor, en plata y cobre. Y a nivel mundial,  es el 5° productor de oro, 3° de zinc,  4°de estaño, 4° de plomo, 3° de plata y  3° de cobre;  enorme potencial minero que bien manejado le puede dar inmenso beneficio, pero todo lo  cual sin duda alguna sufriría serio deterioro de ser nacionalizado, al pasar a inexpertas manos del sector oficial, como ha sucedido por ejemplo con la industria petrolera y otras empresas en Venezuela y demás países latinoamericanos en poder de regímenes dictatoriales.

El gran problema es que la clase política en el Perú como en prácticamente todo Latinoamérica, ha sido inferior a las posibilidades de desarrollo con base en la iniciativa privada y la inversión extranjera, y especialmente porque no ha habido una escuela de pensamiento político que estructure lideres para que piensen en su país y no en sus intereses personales.

Razón por la cual, la izquierda ha tomado tanta fuerza. Además, que en Perú ha pasado lo mismo que en varias capitales de Colombia, donde por el cansancio y agobio de los votantes, ante tantas mentiras y patrañas de los mal-gobernantes, los electores han sido inducidos a votar por cualquier candidato diferente, con la esperanza de lograr algún cambio.  

Es un fenómeno derivado de la fatiga de la gente, que la populista ideología comunista atrapa muy bien con un discurso de odio como puede observarse ahora en el proceso hacia la desgracia en que puede caer Perú, debido a que los electores ven la tragedia de los venezolanos, y en contraste votan por quien propone algo similar al socialismo chavista.

Se sabe que hasta la llegada de Fujimori, Perú no había podido crecer económicamente por razón del terrorismo, pero cuando logro dar la seguridad necesaria y además de acabar con “Sendero Luminoso” encarcelar a la cabeza de ese grupo criminal y bloquear el avance del MRTA de línea cubana tras el secuestro de los diplomáticos liberados en la operación Chavín de Huantar, empezó el crecimiento económico capitalista del país, lo que por supuesto, los comunistas del continente no perdonarán a la nueva candidata Fujimori.                         

 

 

Economía peruana

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