A propósito de una entrevista: “Quien tenga oídos par oír que oiga y quien tenga ojos para ver que vea”.
La Estrella (Antioquia), 16 de abril de 2024.
Por Teniente coronel (V.F.P.) Ramiro Saldaña Amézquita.
En este caso me estoy refiriendo a la entrevista que, en 1999, es decir, hace 25 años le hiciera el periodista, Plinio Apuleyo Mendoza, al señor teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, para la época en servicio activo, relacionada con la situación de violencia que hasta esa fecha vivíamos en Colombia y que, a decir verdad, hoy cuando escribo esta nota a manera de colofón de dicha exposición, encuentro que nada ha cambiado o si se quiere, ha variado de mal a peor.
Particularmente encuentro meritorio el trabajo científico del escritor entrevistado, señor coronel Villamarín, por la claridad con la que expone ante Colombia y ante el mundo la causa y génesis del conflicto armado en nuestro país, porque sin ambages y con plena autoridad sustentada en el rigor investigativo histórico, bibliográfico y de campo, no deja dudas de su diáfana erudición en temas geoestratégicos, geopolíticos y sin ir más allá en el conocimiento de la táctica como arte que desarrolla los planes estratégicos de la guerra.
En esencia, el plan para la toma del poder por parte del partido comunista, aspecto éste que no ha entendido el estamento político, la academia las agremiaciones ni las instituciones, excepto las Fuerzas militares y de policía que en materia de orden público están subordinadas al poder civil.
De la entrevista se puede deducir el conocimiento y la capacidad que tiene el escritor para analizar con criterio propio el fenómeno de la violencia en nuestro país distante, muy distante del que tiene, el medio intelectual circundante en nuestras instituciones universitarias de donde emergen las clases políticas que dirigen nuestra nación.
Por su puesto que en este breve análisis no diserto en el intríngulis de los temas de guerra jurídica, psicológica y otros, dado que ya son descritos con abundancia de argumentos por el entrevistado; prefiero mejor enfatizar en el llamado que hace el escritor en la búsqueda de una solución integral al conflicto armado para proscribir los actores de la violencia (narcoguerrilla y narco comunismo), y avanzar en el desarrollo integral de Colombia.
Porque nuestro estratega, va más allá de lo meramente formal; nos invita a participar en la actividad política como una necesidad sentida, si queremos pasar de la crítica a la acción y enseguida traza la ruta a seguir que no es otra a la de participar con verdaderos planes programáticos de seguridad y desarrollo nacional, aboliendo los manidos y perniciosos estereotipos de batallar solo en campañas para conseguir votos y acceder al poder como hasta el presente se ha hecho.
Dicho de otra manera, nos propone, no delegar el ejercicio político y la dirección del país a los de siempre, mismos que nos han llevado a esta malograda situación y dar el paso para reemplazar a las viejas huestes políticas.
Por eso desde FUNDELT, como un centro académico de pensamiento y participación, que dirige el señor coronel Villamarín, se llevan a cabo talleres libres y cátedras para formar estadistas-estrategas y estrategas-estadistas.
Sin más, me remito al apotegma del epígrafe, dejemos de lado las particularidades y “Veamos..” al país como un conjunto compuesto por muchos elementos para lograr la convivencia inspirados en la equidad y solidaridad con un sentido de patria entendiendo que antes de buscar o creerse líder, es necesario trabajar bajo la dirección de un plan estratégico y sobre cimientos firmes, ya diseñados por la fundación Excelencia, Liderazgo y Transformación.
Coletilla: Siempre se ha pensado erróneamente que el militar no debe incursionar en política porque se confunde la participación partidista con la verdadera esencia de la política que subyace de la misma filosofía igual que la historia, disciplinas que deben ser conocidas por el militar. Lo aclara con lujo de detalles el escritor durante el diálogo con el periodista.
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