Antipolítica y política
La Estrella (Antioquia), 04 de febrero de 2023
Por Teniente Coronel (R.A.) Ramiro Saldaña Amézquita.
Muchas son las opiniones recibidas a través de las diferentes aplicaciones que nos facilita la tecnología. Me refiero en este caso, al epígrafe; en particular, al concepto generalizado que se tiene, en el sentido de que Colombia carece de partidos políticos serios.
En este contexto presento un paradójico exordio, que siempre me ha llamado la atención por cuanto axiomático es. Me refiero al principio de acción y reacción que en lo social, Hegel, lo enunció en las leyes de su “dialéctica materialista” y Marx, lo aprovechó en su “materialismo histórico”, expresado en la ley de “la unidad de los contrarios”, como fuente de movimiento y de vida, aunada a la ley de la “interacción de los seres”, aplicada a la evolución de las clases sociales en donde se expresa que la forma de producir la vida material es condición en el proceso de la vida social.
Aquí empieza la pugna entre dos tendencias económicas y sociales, (capitalismo vs. comunismo), y un excelente pretexto para que los imperios y naciones del primer mundo así como las organizaciones internacionales, tengan patente de intervención en los países subdesarrollados para hacer, deshacer y desarrollar la industria y comercio de armas en la búsqueda de la hegemonía mundial.
Pequeña pero necesaria digresión.
Desde tiempos de la colonia, Colombia oscila entre dos extremos ideológicos que al no ser bien entendidos, han degenerado en enfrentamientos fratricidas, lo que revela una supina ignorancia en materia política, al punto de creer que hacer política, es ridiculizar e insultar al gobernante de turno, no debatir responsablemente su programa de gobierno y mucho menos presentar alternativas. ¡Anti política!.
Diseños de campañas políticas, sin programas de gobierno consensuados con la ciudadanía, violaciones al mecanismo de participación democrática, como por ejemplo: (habiendo muchos más), el fraude del plebiscito del 02 de octubre de 2016, son actos ¡Antipolíticos!; lo del ejemplo, no deja de ser un delito, cohonestado por los dueños del poder.
Mancha moral (aparte de la prescripción legal), sin fecha de vencimiento, como no la tiene el asesino que por conveniencia política se indulta o absuelve o el tramposo que utiliza este artilugio para obtener un cargo, un cupo o un ascenso y así sucesivamente.
El juez que prevarica, es tan peligroso y dañino, como el delincuente o delincuentes que favorece con su veredicto, e institución que no ejerce acción sobre aquel, no merece credibilidad; por extensión, se aplica a las ramas del poder e instituciones gubernamentales.
Por lo dicho, es necesario proscribir la práctica del sarcasmo, costumbre solapada y dañina, que muchas veces empieza en el hogar, anida en los bullying de los claustros “educativos”, y empolla en las clases políticas e instituciones, con las desastrosas consecuencias de violencia, injusticia y subdesarrollo. A la vez se requiere una disrupción social y ética hasta llegar al punto de inflexión y encontrar el necesario cambio en la forma de hacer política.
Encuentro en la Fundación “Excelencia, Liderazgo y transformación”, “Fundelt” (seguramente habrán otras), un equipo de trabajo liderado por el geopolítico (40 libros sobre el tema), y analista internacional, Teniente Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, orientado a la formación de Estadistas Estrategas o Estrategas Estadistas, a través de conferencias y talleres diarios, que abarcan conocimientos de geopolítica, estructura social, económica, medioambiental, convivencia y prospección integral, (entre otras). ¡Auténtica política!.
La reconstrucción del país, es responsabilidad de todos, y eso demanda el conocimiento suficiente en temas de política, especialmente de quienes aspiran dirigir los destinos de Colombia en cargos de elección popular, a cualquier nivel y sobre todo demostrar solvencia moral.
Sin ambages, de seguir como vamos, eligiendo a quienes se cobijen en los partidos políticos que nos han llevado a la situación en la que estamos, naufragaremos. Es necesario acabar con esa hidra y proponer alternativas. Una de tantas, la que plantea FUNDELT: crear un partido político con visión de país.
Solo la creación de nuevos partidos políticos con identidad cultural y sin orfandad ética, puede garantizar el cambio y progreso de Colombia.
rsaldanaa@hotmail.com
