Nuestro propósito superior: Unidos para ser más fuertes.
General

Carta de un soldado de la reserva a todos los miembros de las Fuerzas Militares en actividad

Señores:

Comandante General de las Fuerzas Militares.

Comandantes de Fuerza.

Generales y Almirantes.

Oficiales Superiores.

Oficiales Subalternos.

Suboficiales.

Soldados.

Apreciados y respetados amigos:

Con elánimo de incentivar el interés en la estabilidad, seguridad, democracia y libertad de nuestra Patria por parte de todos ustedes, me permito resaltar algunos hechos inusuales que están sucediendo en Colombia y recordarles respetuosamente, su principal obligación como orgullosos y honorables portadores y guardianes de las armas que el Constituyente Primario y la Constitución Nacional, les han confiado para su defensa.

Las Fuerzas Militares de Colombia están destinadas constitucionalmente para defender nuestra soberanía, democracia y estabilidad como Estado formal ante cualquier amenaza y aunque nuestra Carta Magna no lo dice, está implícito que las amenazas y/o enemigos pueden ser internos y externos, a pesar de que los comunistas que medran en esa confusa frontera entre la legalidad e ilegalidad se desgañitan exigiendo que se acabe la doctrina imperialista del enemigo interno, desconociendo verdades tan grandes como las agresiones de los grupos narcoterroristas Farc, Eln, Clan del Golfo, la Minga Indígena, la Primera Línea, los dueños de cultivos ilícitos de donde salen la cocaína, marihuana y heroína que envenenan y que causan miles de muertes por violencia, corrupción o enfermedades en Colombia y en el mundo, organizaciones que desde el siglo pasado algunas de ellas y otras más recientes, atentan de manera continua en contra de los bienes jurídicos tutelados por nuestra Constitución Nacional.

Recuerden que a los comunistas y a la izquierda en general, no les convienen las normas e instituciones que combaten al narcoterrorismo, vandalismo y en general a los grupos ilegales de variado pelambre porque generalmente esas organizaciones criminales son sus aliados y muchos de sus integrantes conforman también los cuadros de sus organizaciones políticas.

Además, porque a los comunistas y a la izquierda en general, les convienen el caos interno en un país que no se han tomado por las armas o por elecciones fraudulentas, pues el caos que generan es el propicio para su entronización en el poder, y una vez en él, el caos también les sirve como cortina de humo para anestesiar al pueblo y a las fuerzas armadas y crear las condiciones legales necesarias para su eternización en el poder. Los ejemplos están patentes en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Como si no fueran suficientes los enemigos internos, somos blanco de las constantes agresiones contra nuestra soberanía, democracia y seguridad nacional de países vecinos en los que lamentablemente se enquistó e hizo metástasis el cáncer del comunismo, como Cuba, Venezuela y Nicaragua. No voy a recordarles nuestra historia de los siglos XX y XXI, pero si quiero reiterarles por si acaso, los casos del contubernio de Cuba, Venezuela y Nicaragua con las organizaciones narcoterroristas que desangran a nuestro país.

El hecho es evidente y está reconocido no solo por los colombianos sino por muchos miembros de la Comunidad Internacional, algunos de los cuales tienen activas órdenes de captura y pedidos de extradición contra dirigentes de los países mencionados por narcotráfico, terrorismo y corrupción, lo que no nos permite equivocarnos y aceptar argumentos como “…es sólo percepción…”

Me permito recordarles que nuestras Fuerzas Militares y Policía Nacional están destinadas a proteger al Estado de manera integral y especialmente al Constituyente Primario; son instituciones armadas apolíticas, no son parte o militantes de ningún régimen, y por tanto deben defender al Estado de cualquier amenaza como las mencionadas y utilizar las armas para defender los bienes jurídicos tutelados, entre ellos, la vida e integridad de la Nación y no para soportar en el poder en contra del pueblo, a regímenes dictatoriales que gobiernan solamente para sus camarillas familiares, ideológicas y políticas, tratando de ignorar que fueron elegidos por un segmento minoritario de la población, para que gobiernen a todos los colombianos y que por tanto el Pueblo es el jefe del mandatario.

Recientemente estatuyó la Alta Comisionada para los DDHH, la comunista chilena Michelle Bachelet en un informe que fue difundido extensivamente y en el que uno de sus apartes reza: “…los miembros de las Fuerzas Armadas, pueden hacer uso letal de sus armas de dotación cuando se vean comprometidas sus vidas y la de los asociados…”, práctica que no se ha visto en Colombia, y que por el contrario la mansedumbre de nuestra Fuerza Pública causó muertes crueles de soldados, policías y civiles inermes desde el 2010 hasta  nuestros días y especialmente durante los paros entre el 2019 y 2021, como parte de la campaña presidencial del presidente en funciones…..y todavía se siguen produciendo estas masacres, pero los comunistas colombianos mantienen antiparras que les impiden mirar hacia todos los lados y solamente acusan a la Fuerza Pública de ser la causante de crímenes.

No es sino que lean las declaraciones de protesta de varios altos funcionarios del Estado rechazando las supuestas muertes a manos de la Policía Nacional de jóvenes estudiantes durante los paros entre el 2019 y el 2021, pero ninguno de esos altos funcionarios ha dedicado una línea siquiera para rechazar y lamentar los asesinatos de jóvenes patrulleros y miembros de la sociedad civil durante los desmanes dirigidos por parte de quienes ellos lloran farisaicamente por su desaparición.

Las Fuerzas Militares bajo su digno y honroso mando deben mantenerse alertas ante el rumbo hacia el que la dirigencia política ciega por las expectativas de prebendas económicas y políticas a cambio de su obsecuencia hacia los cambios forzados, inconsultos y por tanto rechazados por todos, en los que quieren meter a nuestro país para satisfacer las ambiciones de un grupo ostensiblemente minoritario y que no consulta con nuestras costumbres, deseos y objetivos como parte de un Estado libre y democrático.

La intención del presente escrito no está orientado a inducirlos o recomendarles a cometer actos ilegítimos en contra de nuestra democracia; por el contrario, precisamente estas recomendaciones, compartidas seguramente por millones de colombianos, se hacen para evitar que cualquier actor político o ideológico, pueda violentar a nuestra Carta Magna, tal como sucedió en el gobierno de Santos con motivo de las espurias negociaciones con una parte de las narcoterroristas Farc utilizando argucias ilegítimas que fueron posteriormente legalizadas constitucionalmente y que dieron lugar inclusive a desconocer ilegalmente el mandato del Constituyente Primario en el plebiscito de octubre del 2016 con consecuencias políticas, económicas, militares y sicosociales que todos los colombianos estamos padeciendo.

Nuestras FFMM se deben primordialmente al Constituyente primario y a la Constitución Nacional que son los dos elementos más importantes del Estado pues con su articulación logramos la soberanía y la democracia.

A los diferentes gobiernos que acceden al poder mediante elecciones limpias, el mayor respeto y apoyo, siempre y cuando sus mandatos y políticas estén enmarcadas dentro de la Constitución y las leyes, y estén absolutamente l servicio del pueblo y no de determinados grupos.

La fortaleza de las Fuerzas Militares es la base del Estado y está fundamentada en la unión, apoliticidad, honestidad, el trato justo a sus hombres, a la población civil y sobre todo el apoyo de esta última.

Con mis sentimientos de consideración, respeto y apoyo irrestricto como soldado de la Patria.

 

Coronel Homero Herrera Leal

 

 

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