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Conferencia sobre la Convención Constituyente en Chile 2021 (Parte II)

La compleja situación que entremezcla acciones violentas propias de terrorismo urbano, manipular a jóvenes necesitados de soluciones sociales y políticas, y los oscuros intereses para grupos comunistas armados y desarmados que interesados en derrocar la institucionalidad colombiana, cuentan con la complicidad de politiqueros corruptos; demanda que los colombianos escuchemos e interpretemos, fenómenos similares o análogos, que están sucediendo en otros países del hemisferio.

En ese entorno de complejidades sociopolíticas, la hermana República de Chile está iniciando una trascendental reforma política, derivada de una situación similar a la nuestra, en la que hasta los indígenas de ese país se integraron al vandalismo como sucede en Colombia, es un referente académico y analítico para buscar soluciones a partir de analogías.

Teniendo en cuenta esa realidad geopolítica y político-social, la Fundación Excelencia, Liderazgo y Transformación invitó al señor almirante Jorge Arancibia Excomandante de la Armada chilena, senador y constituyente de su país, para que disertara acerca de los antecedentes, actualidad y perspectivas de la sonada reforma constitucional en Chile.

(Transcripción por Fundelt: de oral a escrito)

Segunda Parte

Por el Almirante (R) Jorge Arancibia Arancibia

Ahora vamos a la parte política; como les decía y describía rápidamente los cargos desempeñados, cuando fui comandante en jefe pienso que han debido haber jugado un rol de alguna importancia o notoriedad política, por la experiencia que había tenido previamente.  Cuando estoy terminando mis cuatro años, llega una invitación clara y precisa para postularme a un cargo en el Senado de la República por el partido UDI, en ese tiempo parte derecha de Centro Derecha, para que me presentara a una elección popular, desafío que acepté y por tanto renuncié un par de meses antes de terminar mi mandato como Comandante en Jefe de la Armada Chilena, me presenté por la Quinta Región Valparaíso-Costa y resulté elegido senador de la República.

Hubo un período y hubo una cantidad de Jefes Militares y de autoridades nacionales, que ocuparon cargos de senadores institucionales que también fueron llamados senadores designados, que no fueron producto de una elección popular, sino del cargo que ocuparon anteriormente.

Mi antecesor fue uno de ellos, el almirante Martínez, que también fue senador institucional durante 8 años, y no se trató que yo lo reemplazara, sino que como electo,entrè por otra vía a ejercer la función legislativa que el ordenamiento institucional demandaba.

Ahí estuve un periodo de 8 años en una interacción dinámica política particular, participando en un momento importante de la historia, que se entienda, dada la situación actual que estamos viviendo ahora, porque en ese periodo de transición que se generó.

Una de las normas que existían  era  que el congreso iba a estar operado, administrado,  conducido, e interactuado por un sistema que era binominal, es decir, permitía la conformación de dos grandes grupos. Ahí estaba la centro derecha por un lado y la centro izquierda por el otro; la centroizquierda gobernando al país en términos generales, dos presidentes demócratas de origen cristiano, el presidente Feliciano y después el presidente Frei, luego el presidente socialista Lago y entonces la presidenta socialista Michelle Bachelet; aparece a continuación el primer presidente de centro derecha Piñera, después se repiten ellos y ahora estamos viviendo el segundo periodo de Piñera.

En ese proceso, en ese cambio, hay un tema bien importante. Alguien me hizo un comentario inicial, que cuando se había producido el cambio del régimen militar al régimen democrático, si había sucedido una reducción, un achique o un recorte del presupuesto de las Fuerzas Armadas, y la respuesta es no.

El Estado siguió funcionando con la estructuras que traía, siguió funcionando muy bien el nuevo gobierno, con el sistema  democrático que se implantó, continuó con las mismas políticas económicas de libre mercado que el gobierno militar  había manejado.

El mundo se abrió a Chile porque se había terminado ese periodo y empezamos a producir una serie de acuerdos de libre comercio, que ha hecho que nuestro comercio internacional se disparara, fructificara y que con muchos países del mundo tuviéramos esas relaciones especiales comerciales.

Nuestra economía se vio brutalmente potenciada por la iniciativa que habíamos tenido desde el gobierno  militar de una figura que se llamó las AFP o asociaciones de fondos de pensiones y ahí de alguna forma poníamos nuestro dinero, no las Fuerzas Armadas, sino el estamento civil ponía ahí los dineros para ir conformando las pensiones a futuro y ustedes se imaginarán el capital gigantesco, que se fue acumulando, una bomba de incentivos de desarrollo por la cantidad de dinero que ahí se mantenía.

E hizo que nuestro país iniciara un proceso de crecimiento disparado, realmente asombroso, con todos los indicadores mejorando, disminuyò el desempleo, la pobreza, crecimos a un ritmo del 7-8 % anual, muy distante del resto de la América hermana, estuvimos viviendo un proceso de desarrollo realmente notable.

Dentro de ese proceso, me atrevería a decir que se fue gestando al interior del gobierno y al interior de las fuerzas políticas del país, cierta insatisfacción de un sector que estimaba que no era posible que esa estructura democrática que estábamos ahora desarrollando y llevando al país adelante, siguiera jugando con las reglas del viejo régimen;.

Hubo entonces los auto-complacientes y los auto-flagelantes que así se llamaban unos que no estaban contentos con lo que se estaba haciendo, porque era una copia de concepción de esa naturaleza, y otros que estaban muy entusiastas haciendo lo que creían que tenían que hacer con  un  país estaba creciendo y mejorando todos sus estándares. Pero de ese germen de los auto-flagelantes, es que viene a iniciarse un proceso de transformación, que después del primer gobierno del presidente Piñera empieza a producirse, porque estas cosas en política se van produciendo con el tiempo.

El presidente Lago, el primer presidente socialista que teníamos después del presidente Allende, fue un gran presidente que manejó este país en forma magnífica y el crecimiento del país fue notable durante su gestión.

De ahí pasamos al primer gobierno de la presidenta Bachelet que tuvo un emparejamiento, ahí empieza a producirse una nivelación del proceso, un aplanamiento del crecimiento, durante cuatro años, viene el presidente Piñera y empieza una recuperación, porque el era un Economista notable y hay un salto en la recuperación económica, aparece el segundo gobierno de la presidenta Bachelet que viene ya potenciada por los auto-flagelantes, al punto que ella introduce en su gobierno al Partido Comunista, que hasta ese momento había estado observando sin ninguna participación porque al no estar en ninguno de los dos grandes bloques centro derecha y centro izquierda era muy difícil desarrollar un rol importante.

En el segundo periodo de la presidenta Bachelet, el partido comunista es incorporado al gobierno y al congreso y se entra a definir lo que se llamó el periodo de la “Concertación de partidos por la democracia”. Y ahí si comienza un proceso de reformas más drástico, logrando por ejemplo el cambio del sistema binominal que tenía esos dos grandes bloques que permitían un juego y un equilibrio político, que para para nosotros y para mí en ese momento era muy adecuado,

Pasamos a implementar un sistema que se llamó “proporcional modificado”, con el cual aguantamos esa cantidad de partidos que entran a ese sistema y teóricamente se tiene una más próxima y amplia expresión ciudadana en el congreso, pero una mucho mayor dificultad de encontrar acuerdos, porque cuanto eso se multiplica por X la cosa se hace muchas más veces difícil.

Fenómeno que se empieza a producir y vienen entonces los cambios del congreso, viene la modificación de las leyes, viene esa actitud del gobierno de querer cambiar la educación, de querer cambiar la salud y todos aquellos servicios que de hecho tienen la responsabilidad de dar a aquellos que más los necesitan y ahí entonces la recuperación de Chile se empieza a aplanar.

Llegamos entonces al segundo gobierno de Piñera, después del segundo de la presidenta Bachelet, que sin embargo termina con un buen porcentaje de adhesión. Pero, nuevamente Piñera empieza un proceso de recuperación y a los dos años, el 18 de octubre de 1919, tengo que decirlo con gran sorpresa, se produce una manifestación social enorme,

En Santiago se reúnen un millón y tantos de personas que se convocaron en esta marcha, de gente muy variada es decir que no tenían una causa, sino que no estaban contentas con lo que estaban recibiendo hasta ese momento. Unos se quejaban de la salud, o había un caso de otro tipo, o el trato con las autoridades del gobierno no era el adecuado, lo que Uds. quieran. Era un montón de sentimientos de desagrado que de alguna manera, un día produce esta convergencia y se produce esa explosión social, que entonces tiene una segunda fase de carácter claramente delictivo.

Entiendo que en Colombia en este momento de alguna manera están sufriendo situaciones similares, donde la irracionalidad de ciertos grupos vandálicos entran en procesos de destrucción, de saqueo de ruptura, de lo que se les ocurra, pero que conmociona todo el sistema y viene un remezón que afecta en forma dramática a un país como Chile, que venía de tener veintitantos, casi treinta años los mejores de su historia.

De repente se enfrenta de la noche a la mañana contra una situación. Y se lo digo así sin ninguna señal, aunque siempre hay señales,  pero la gente común y corriente no podría imaginarse esa explosión social y la siguiente fase delictiva. De ahí el mal manejo en el sistema de seguridad, que permitiera recuperar el orden público y el sistema administrativo del país para que la gente pudiera reiniciar su vida normal.

Eso no se produjo, y tuvimos en el tiempo la existencia de una actividad delictual, que se manifestaba con particular característica, los días viernes en un lugar específico que era la Plaza Baquedano y que ellos llamaron la plaza de la dignidad.

(Continuará Tercera parte)

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