Relato para la historia del drama colombiano por ataques de las Farc

      Por Iván González Urán

     Los bandoleros de las Farc son tan desalmados que no se han dado cuenta que el terrorismo es un delito internacional y mundial.
       En Colombia, por bobos, se lo toleramos pero en ninguna otra parte del mundo son tan laxos como nosotros.
      Por algo atraparon a Granda. Y Cuba no los deja salir y Venezuela los resguarda. La solidaridad internacional contra el terrorismo ya es muy sólida y crece constantemente de manera imparable.

      Estos terroristas de las FARC están fichados en todo el mundo. El tipo se equivocó de destino. Debió fugarse para Venezuela o Cuba donde los protegen, como a Santrich. Debe ser que ya les da miedo ir a Venezuela. Tienen enemigos en todo el mundo.

     Ya comenzaron a ver qué con ese “acuerdo”, tan perverso, nadie los perdona y que es sólo para Colombia, donde hemos sido patria boba. Acuerdo que no los protege en todas partes.
Que fue la trampa de Santos para sacarlos del monte. Y como ellos vieron que acabar de por vida entre la manigua, asesinando campesinos pobres, es tan maluco, se creyeron el cuento. Mordieron el anzuelo.

      Eso de pasear por todas partes no les es posible. Ni siquiera en Colombia. Pues donde van los humillan y los ofenden. De nada les sirve la cuadrilla de matones con los que andan. Ya no le meten miedo a nadie.
Cuando un criminal pierde la capacidad de atemorizar ya está desprotegido y condenado en vida y públicamente. Ya los odian en todos lados y se lo gritan.

    La peor condena del apeyido es la social. Porque es hasta la muerte y por todas las generaciones, pues el expediente de la historia nunca se borra.
Ya todo el mundo sabe realmente lo peligrosas que son las Farc. Por algo usan ahora el alias de “Comunes”. Se cambian constantemente de nombre para evadir el prontuario.

     Todos los paices comenzaron a demostrar su solidaridad con Colombia. Ya no tienen escondederos. Solo en unos muy pocos paices parias del mundo como Venezuela y Cuba. Porque no sólo estos pocos quieren quitarse ese estigma globalizado sino que los demás no quieren entrar a ese despreciado y pequeño círculo de naciones odiadas y esquivadas.

     Porque el desprestigio internacional es algo que toda nación evita. Pues la descalificación social no es sólo dentro de una nación sino también en toda la Sociedad de las Naciones. Pues ningún país puede vivir aislado totalmente del resto del planeta. Y los de las Farc no lo sabían. Solo Venezuela y Cuba se lo creen.

     De aquí la importancia de capturar a Granda o a Saab y de mostrar lo que son las Farc con potente acción diplomática mundial, en la que también hemos sido muy débiles y tímidos. Con diplomáticos demasiado burócratas.