Los diálogos vinculantes en el Eje Cafetero. Segunda parte

     La cita del gobierno con la gente del eje cafetero en Pereira, para estructurar propuestas viables para el
plan de desarrollo del próximo cuatrienio se cumplió con relativo éxito; más de forma que de fondo. Fue
mi apreciación particular en la columna anterior. Los asistentes se fueron contentos porque participaron con
ideas, pero solo fue eso, pues en realidad hubo escasas propuestas validas con miras a estructurar un plan
nacional ambicioso.
      Dura tarea para la DNP, Dirección Nacional de Planeación, que con los insumos recolectados en cada región
debe presentar ante el congreso dicho plan antes del siete de Febrero de 2023. En nuestro caso, pude
observar que los ministerios presentes, todos, en aras de posar de novedosos con su pretendido cambio,
desechan la vasta experiencia que permite orientar al ciudadano para que estructure ideas, sin limitarse a
poner quejas, a exponer necesidades colectivas, muchas solo de interés local.
      ¿Cómo lograr el cometido por parte de DNP, si el gobierno descarga en el ministerio del interior actual, una
responsabilidad para la cual no está preparado? El ministerio del interior es netamente político, como es
natural.

       Planeación es esencialmente una entidad técnica, al igual que las FFAA, órganos que no pueden
politizarse. Por lo cual es necesario que mantengan un carácter independiente de la política partidista.

       Tenemos décadas estructurando Planes de desarrollo desde un estado democrático, pluralista,
participativo; desde la constitución del 86 con sus enmiendas y reformas, hasta la actual, así ha sido. Pero
ahora la nación dio un salto hacia lo desconocido y habría que modificar la carta magna primero, antes de
elaborar planes de desarrollo con base a una constitución plena de incertidumbres. Y plena del prevaricato
del estado, lo cual viene desde Santos. A Petro le quedo gustando.
        Por eso tambalea el respeto por la propiedad privada, la prensa y los medios libres están amenazados con la
mordaza de las dictaduras comunistas, la soberanía como fundamento de la república está en la cuerda
floja pues el estado comenzó a cederla a Cuba, Venezuela, los rusos; el orden interno no existe y la
seguridad ciudadana como fundamento para el desarrollo social es una ilusión.
        Pude evidenciar que los funcionaros del ministerio del interior, los denominan facilitadores, encargados de
orientar la tarea central del evento cual es buscar la participación ciudadana estructurando ideas válidas y
propuestas serias con miras a incluir en el plan de desarrollo, son relevados en cada salida desaprovechando
la experiencia adquirida en las anteriores.
       “La nación puede por conveniencia recordar que entre estados vecinos no hay hermandad ni amigos; solo
intereses económicos. Los venezolanos instigados por Cuba, mañana nos invaden y esclavizan y a
diferencia de Ucrania que si tiene, así sea poco, como defender su soberanía, Colombia no tendría nada”.
         Pero aún podemos evitarlo.