Mientras los vándalos asesinan la vida en Primavera, el Ejército salva vidas humanas
En medio del cruel sabotaje terrorista orquestado por mentes pervertidas, “marchantes pacifistas” y criminales de toda laya contra Colombia, sus instituciones legítimas, su libertad y su democracia, mediante actos atroces que incluyen la muerte de bebés por culpa de los bloqueos y los ataques aleves contra nuestro país, en las selvas del Caquetá ocurrió un maravilloso ejemplo de vida, amor por la humanidad, y apoyo permanente de nuestro Ejército a las comunidades en situación de vulnerabilidad.
Una joven campesina en pleno trabajo de parto, proveniente de una familia de muy escasos recursos económicos, quedó atrapada en su vereda debido al accionar criminal de los vándalos que bloquearon las vías, e impidieron el ingreso de los carrotanques con gasolina a la región; razón por la cual, se paralizó el transporte público y privado en la apartada geografía caqueteña.
Por coincidencias del destino, en el momento en que la vida de la madre y del bebé estaban en peligro, apareció una patrulla del Ejército Nacional.
Sin pensarlo dos veces, los soldados enfermeros de la unidad de combate contra el terrorismo, asumieron la atención de la señora y con enorme alegría, anunciaron al mundo la llegada de un nuevo colombiano, que nace como un ejemplo de vida y de esperanza para el país, que en este momento está asesiado por los mismos criminales que llevan varias décadas sembrando odio y terror, y hoy dicen ser salvadores de Colombia.
Como siempre, los soldados de Coilombia entregando lo mejor de sus vidas al servicio de los compatriotas mas necesitados, con amor de patria, integración con las comunidades apartadas, e inigualable ejemplo de solidaridad y respeto por nuestros campesinos.
Gloria por siempre a nuestros soldados….
Son un patrimonio de Colombia.
