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Un poco de doctrina militar

Por Iván González

Qué buen razonamiento y claridad la que hace el señor Pedro Soto con su nota.

Parece que hubiese estudiado en una academia castrense, cultura y doctrina militar.
Es exactamente cómo explica Pedro que debe hacerse.

La policía no es ni siquiera el nivel preventivo del delito y del desorden social.

Esa responsabilidad está, en primera instancia y fundamentalmente en dos poderes políticos. Específicamente en el poder Legislativo y Judicial.

Cuando ese deber, en su primera alternativa, no es logrado por esos dos poderes, tanto a nivel nacional como departamental y municipal, es decir por el congreso legislando y las Cortés juzgando, entonces interviene el tercer poder, qué es el Ejecutivo.

Pero ya es la opción correctiva. Y si es necesario y por último la acción recuperativa.

La primera opción correctiva es la que logra con el poder policial y fuerza no letal.

Bajo la autoridad y mandó del señor presidente y según normas reglamentos y leyes policiales.

De igual forma eso es lo que debe hacerse a nivel departamental con los gobernadores y a nivel municipal con los alcaldes.

Pero si esa segunda alternativa correctiva no se logra, entonces, de hace necesario recurrir a la última opción, que es la recuperativa
Con el empleo de la fuerza máxima qué se obtiene con el poder militar.

Qué es poder y fuerza eminentemente letal.

En esta configuración ya el único que actúa es el Señor Presidente.

Quedando por fuera los gobernadores y alcaldes. Porque el único Comandante Militar Supremo es el Señor presidente.

El empleo de ese poder es de su exclusividad y en condiciones dónde se justifica toda la fuerza. Por qué es es indispensable salvar la suerte de la nación. Ya que es la última oportunidad que se tiene. Como en caso de declaratoria de guerra.

En este momento, el Señor Presidente tiene asignado a las fuerzas militares el orden público en la zona rurales.

Porque nuestra policía no es suficiente para lograr la tranquilidad y el orden en territorios tan extensos y difíciles.

Pero el empleo del poder militar en los cascos urbanos de ciudades, pueblos, corregimientos y veredas, por el momento está en responsabilidad de los alcaldes con sus respectivos cuerpos de policía. Siguiendo las doctrinas normas y leyes de esa institución.

Con frecuencia, tanto gobernadores como alcaldes, esquivan esa responsabilidad pidiendole al Presidente que sea él quien lo haga con su fuerza militar.

Lo cual es una demostración de estos funcionarios políticos de su incapacidad e incompetencia para dominar y controlar el orden público dentro de sus áreas de responsabilidad y en los niveles de operación que les obliga.

Es la hipócrita actitud de estos funcionarios de no declararse incapaces.

Lo cual deben expresar en forma abierta, clara y directa antes de pedir al presidente su ayuda. Entonces, simplemente desvían la atención descargando la obligación en el señor presidente haciendo acotaciones ambiguas e indirectas.

Cuándo para que el señor presidente lo pueda hacer, primero el gobernante local tiene que demostrar que no lo puede hacer por sí mismo. Y eso es lo que la debilidad y falta de entereza y sinceridad del gobernante local no quiere evidenciar.

Por supuesto que así no sea indispensable que el débil y gobernante local tenga la entereza te declararlo, de todas formas, el Señor Presidente lo puede hacer sin requisito previo.

Para eso el nivel de peligro de amenazas tienen que estar extremadamente altos como para que comprometan todo el interés nacional.

Situación que es extremadamente grave y que sólo es bajo su valoración.

Según recomendación que le hagan las fuerzas policiales y militares. Y, como mínimo, un consentimiento unánime de su gabinete de ministros.
Puesto que ni el mismo congreso ya es incompetente debido a qué dejó salirse de sus manos la previa acción preventiva ya mencionada.

Esa situación tiene un nombre bastante desagradable y que a muchos nos choca. Se llama dictadura. Qué es indispensable cuando todo está a punto de ser perdido irremediablemente. Cómo debio hacerlo nuestro Libertador Simón Bolívar.

En varias ocasiones, a pesar de que bastante le repugnaba y en muchas oportunidades, solicitó renuncia a ello.

Pues era al contrario a sus principios republicanos en los cuales el justifico toda la guerra de independencia.

Ya que siempre creía que si nos estamos deshaciendo de la dictadura española no podíamos caer en la dictadura criolla.

Sin embargo las circunstancias a veces lo superaban y por momentos debió someterse aún a su congoja.

Cuando no estudiamos la historia estamos destinados a repetirla.

Porque de ella se aprende no sólo mucha estrategia sino de gobierno y milicia.

Política y Fuerzas Militares

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