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Con apresamiento de basquetbolista Griner, Putin manipuló dolor humano y logró libertad de traficante de armas Viktor Bout

     Geopolítica de Rusia y Europa

     Con la detención en un aeropuerto de Moscú en febrero de 2022, de la basquetbolista estadounidense Brittney Griner, con aceite de cannabis entre sus pertenencias, el presidente ruso Vladimir Putin, manipuló situaciones dolorosas para el pueblo de Estados Unidos, cuyo gobierno capituló y entregó a Viktor Bout traficante de armas capturado en 2008 en Tailandia y condenado en una corte federal de Estados Unidos en 2011, por traficar armas para terroristas de las Farc en Colombia.  

    A partir de este suceso cuyas negociaciones demoraron varios meses, surge la pregunta: ¿Puede funcionar la misma táctica en la guerra de Ucrania? La respuesta es incierta.

     Por ahora es obvio que la estratagema del miedo y la manipulación del dolor humano,  Putin quiere proseguir su guerra contra Ucrania, de la misma manera que aseguró la libertad del reconocido delincuente ruso, identificado por las agencias de inteligencia occidentales, como un traficante de armas, de alto perfil.

     Desde 2008, cuando sucedió la captura de Viktor Bout en Bangkok, el Kremlin que evidentemente tiene nexos con todo tipo de mafias rusas en el exterior, presionó durante más de una década para que Viktor Bout, condenado en 2011 por conspirar para asesinar estadounidenses, fuera liberado de la prisión que pagaba en Estados Unidos.

     Por fin Putin logó su objetivo en febrero de 2022, producto del arresto en un aeropuerto de Moscú de la estrella de baloncesto estadounidense Brittney Griner, quien viajó a Rusia, a jugar algunos partidos con un equipo profesional femenino de ese país.

     Acto seguido, la sesgada justicia rusa condenó intencionalmente a 10 años de prisión a Brittney Griner por el delito de introducir estupefacientes a ese país, a sabiendas de que era una decisión política que provocaría una tormenta mediática en Estados Unidos. Y… funcionó el show manipulador de Putin y sus jueces de bolsillo.

     Luego de varios meses de negociaciones diplomáticas, en la que Estados Unidos pedía el intercambio de Viktor Bout por la joven Griner y un marine estadounidense encarcelado en Rusia, el jueves 7 de diciembre de 2022, se concretó el intercambio de prisioneros solamente por la prestigiosa basquetbolista estadounidense.

     Sin duda, el audaz intercambio es una victoria política de Putin,  que por naturaleza y alcances indica que independientemente del deseo de castigar a Rusia por la depredación en Ucrania, Estados Unidos llegará a la mesa cuando están en juego intereses clave para su país y su gobierno.

     En una publicación personal en la aplicación de mensajería Telegram, María Butina parlamentaria rusa afín a Putin, quien purgó condena en una prisión estadounidense sindicada de espionaje, fue enfática en afirmar que el Kremlin negoció desde “una posición de fuerza”, en el intercambio de Viktor Bout por la atleta estadounidense,

     A raíz de los repetidos fracasos del Ejército ruso en Ucrania, ahora la maquinaria de propaganda rusa hace eco de la estrategia que llevó a Bout de regreso a Moscú. Por extensión, está bombardeando la infraestructura energética de Ucrania, tomando a los desconcertados e inermes pobladores civiles, como rehenes del terror sistemático y sistémico, mientras busca quebrar el espíritu nacionalista del país invadido y depredado.

      Por obvias razones, la actual estrategia del terror amenaza a la Unión Europea con una nueva ola de refugiados, justo cuando Putin intenta generar crisis económica familiar, reduciendo las exportaciones de gas natural a Europa Occidental. Además, Putin apuesta a que, después de mostrar mucha más unidad en apoyo a Ucrania de lo que parece haber esperado Putin, eventualmente Occidente se cansará de la costosa guerra y sus nocivos efectos económicos para todos los comprometidos.

     Naturalmente, no hay garantía total de que dicha estrategia funcione para los deseos de Putin. Aunque Biden cedió ante la exigencia del intercambio de Brittney Griner por Viktor Bout, la Casa Blanca no ha exteriorizado ninguna inclinación a disminuir el apoyo de Estados Unidos a Ucrania. Además, aunque enfrentan presión política y económica interna para buscar un compromiso con Rusia, los aliados europeos de Estados Unidos no han cambiado de opinión frente a las múltiples sanciones contra Rusia.

     Frente a la fuerte solidaridad occidental, Putin señaló que está dispuesto a seguir luchando, a pesar de las vergonzosas retiradas territoriales, las bajas de las tropas rusas que Estados Unidos calcula en más de 100.000 y las sanciones económicas cada vez mayores impuestas por Occidente.

     Luego, Putin advirtió que la guerra de Ucrania “podría ser un proceso largo”. Y, durante una ceremonia militar de entrega de medallas para soldados destacados en batalla, el mandatario ruso insistió en la mentira, que el gobierno ucraniano está llevando a cabo un “genocidio”, por lo tanto, continuarán los ataques de Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania.

     Y agregó con cinismo: “Si hacemos el más mínimo movimiento para responder, hay ruido, estruendo y clamor en todo el planeta. Esto no impedirá cumplir nuestras misiones de combate”.

    Respecto al intercambio de Bout por Griner, en los círculos políticos rusos se considera que Putin sigue siendo un “hábil negociador”, que desde luego, está listo para negociar sobre Ucrania, siempre y cuando, que Occidente no afecte su objetivo de poner a Kiev en su órbita política y para que toda Ucrania sea territorio ruso.

     Por su parte Dmitri S. Peskov portavoz de Putin, insinuó después del intercambio de prisioneros, que Rusia todavía está esperando que el mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky acepte las avarientas intenciones del Kremlin.

     No obstante, en noviembre de 2022, cuando Sergei Naryshkin uno de los principales funcionarios de inteligencia del régimen de Putin, se reunió en Turquía con William Burns jefe de la CIA, Burns no discutió un arreglo para la guerra de Ucrania. En cambio, Burns advirtió acerca de las terribles consecuencias para Moscú, en el absurdo escenario de utilizar armas nucleares en Ucrania, y quizás fue allí, donde se concretó el destino de los estadounidenses encarcelados en Rusia, incluida la basquetbolista Brittney Griner.

     Por enésima vez queda claro, que el estilo de negociación ruso es copia de los manuales soviéticos de guerra sicológica, que emplea la bofetada con la subsiguiente pregunta, si la contraparte desea negociar. Desde la otra orilla, los diplomáticos estadounidenses responden con el argumento, que la agresión es clara señal de no querer negociación alguna.

     Sin embargo, y para esperanza aunque leve de llegar a soluciones diplomáticas entre Washington y Moscú, las negociaciones sobre algunos temas han continuado, a pesar de que se ha intensificado la avalancha de ataques con misiles rusos. Son conversaciones bendecidas por Putin a pesar de las críticas de los más duros y radicales partidarios de su guerra.

     Por ejemplo, los blogueros rusos que escriben a favor de la guerra en Ucrania, se enfurecieron en septiembre de 2022 cuando Putin accedió a intercambiar a los comandantes del Batallón Azov, fuerza de combate nacionalista dentro del ejército ucraniano que defendió una planta siderúrgica en Mariupol, sitiada por soldados y paramilitares rusos apoyados por el político ucraniano Viktor Medvedchuk, amigo personal de Putin.

      Igualmente, algunos críticos han cuestionado y consideran una concesión indebida, el acuerdo de Putin con representantes de Turquía y la ONU para permitir las exportaciones de granos ucranianos a través del Mar Negro.

     Respecto a las conversaciones para el intercambio de Bout y Griner, las pretensiones de las partes parecían no coincidir, debido a la enorme disparidad en la gravedad de sus delitos. Era intercambiar a uno de los traficantes de armas más peligrosos del mundo, por una estrella del baloncesto estadounidense detenida por ingresar cartuchos de vapeo que contenían aceite de hachís dentro de su equipaje personal.

     Sin importar la desproporción de los delitos cometidos por los dos canjeados, Joe Biden demostró estar preparado para gastar un capital político significativo, con el fin de asegurar la libertad de la deportista Brittney Griner, mientras que el Kremlin había buscado durante mucho tiempo la liberación de Bout, convertido por la propaganda del Kremlin en una figura simbólica.

     Es apenas obvio de suponer que Viktor Bout tiene conexiones con los servicios de inteligencia de Rusia. Dichos vínculos no han sido confirmados públicamente, pero podrían explicar por qué Putin, un ex oficial de la KGB, haya puesto tanto interés para la liberación del reconocido traficante de armas.

La explicación es sencilla, si Viktor Bout fuera un traficante de armas y el aislado magante de alguna red delincuencial internacional, sería difícil entender por qué ha sido una prioridad tan grande para el Estado ruso.

     Esto significa que la decisión del gobierno de Estados Unidos para liberar a Viktor Bout, a todas luces el detenido ruso más destacado bajo disposiciones penales de la justicia estadounidense, representó un compromiso significativo. Situación que se magnificó porque Estados Unidos aceptó el intercambio, a pesar de que Rusia se negó a incluir a Paul Whelan, un exmarine que la administración de Biden también considera un rehén político en manos del Kremlin.

     Conociendo la conducta tramposa, despiadada y calculadora de Putin, la decisión de liberar a Viktor Bout, conlleva riesgos porque podría alentar a Putin para tomar nuevos rehenes, y demuestra que sigue dando frutos la estrategia rusa de causar dolor y luego obtener concesiones.

     En síntesis, en este intercambio de condenados por las respectivas justicias de las dos potencias, significa una enorme ganancia para Moscú, pero queda latente si con el mismo esquema de presión sicológica, Putin pueda conseguir alguna victoria política en el evento de negociar el fin de la guerra rusa contra Ucrania.

    Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     Autor de 40 libros de geopolítica, estartegia y defensa nacional

     www.luisvillamarin.com

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